lunes, 2 de abril de 2012

La izquierda ya tiene estrategia: saltar al vacío

Javier Benegas [en Vozpopuli.com]
Han sido necesarios casi 5 años de zozobra y constante deterioro económico para que la mayoría empiece a tomar conciencia de la grave situación en la que se encuentra España. Desgraciadamente, este despertar a la realidad no ha traído consigo una mayor capacidad de raciocinio sino más bien todo lo contrario. No hay más que echar una ojeada a izquierda y derecha, a arriba y abajo, para comprobar que no son pocos los que comportan como los pasajeros histéricos de un transatlántico que se hunde en mitad de una noche cerrada. Mientras otros, afortunadamente no muy numerosos, aprovechan manifestaciones y huelgas para desahogar su furia quemando contenedores, apedreando escaparates y saqueando comercios, liberando un bestialismo que no proviene de frustración alguna sino del consumo excesivo de una cultura mediática rebosante de violencia.

"qué parte de "ya no hay un euro en la caja" no han entendido los políticos y economistas de izquierdas"

Para colmo de males, desde eso que en este país se llama la izquierda, tan aficionada a reducir problemas complejos a simples ecuaciones donde sólo hay que despejar una incógnita; es decir, señalar a un malvado, se proclama a los cuatro vientos que la situación no es tan crítica y hay margen más que suficiente para ahorrarnos padecimientos. La actual crisis es en gran medida una invención de la derecha para, según la teoría conspirativa de moda importada de los sectores más progres de EE.UU. y llamada Síndrome del shock, esclavizar a las sociedades. Y como lo de peregrinar por el desierto y hacer la justa y merecida penitencia no va con la izquierda, ya tienen su estrategia y, con ésta, su primera consigna para la actual legislatura: tomar la calle y desestabilizar al gobierno. Un gobierno que, dicho sea de paso, no es el paradigma de la mano dura.

Una dosis letal de creencias irracionales

Unos a voces, como Cayo Lara, y otros de forma más taimada, como el inefable Alfredo Pérez Rubalcaba, ambos con la correa de transmisión de los dos grandes sindicatos de partido, UGT y CCOO –o tal vez al revés– y haciendo un claro guiño a la izquierda más extrema, proponen a los ciudadanos transformar la zozobra en indignación, y la indignación en el valor necesario con el que tomar las calles. Según nos dicen, poniendo pie en pared haremos valer ese proyecto de un mundo feliz, esa quimera, que desde hace más de un siglo defienden. pero que siempre termina por hacer a la gente feliz a la fuerza y llevarla más allá de la pobreza: a la miseria. No importan las referencias histórica, aun las más recientes, esto va de creencias. Hay que dar buena cuenta de los culpables, que son el capitalismo y el Liberalismo, para alcanzar la tierra prometida. La lección de esta crisis es clara y hay que aprovechar la ocasión para que todos la aprendan y que tiemblen los capitalistas del mundo! Aunque en nuestro caso éstos pertenezcan en su inmensa mayoría a una más que empobrecida clase media.

Tiene su lógica que un argumento tan estúpido pueda prender en las mentes de muchas personas. Pues, según la otra creencia mayoritaria, que no comparto por absoluta, el ciudadano común no es responsable de esta tormenta perfecta, y aún menos lo pueden ser aquellos más jóvenes, ¿por qué han de verse entonces abocados a padecer sus consecuencias? Quizá porque la vida real tiene sus propias reglas y no hay lugar para arcadias ni Estados de bienestar que se financian con aire. Y menos si sus cimientos son una corrupción clamorosa que atraviesa a la sociedad de arriba abajo, desde el ciudadano más modesto hasta el más influyente.

Dentro de esta estrategia se explica que, ante la alarmante falta de dinero público, aún haya una multitud de voces que siguen defendiendo la solución de seguir gastando, alegando que otra política económica es posible. Como si con el edificio en llamas aún fuera tiempo de mantener debates, por otro lado ya superados en el mundo académico. Llegados a este punto, cabe preguntarse qué parte de "ya no hay un euro en la caja" no han entendido los políticos y economistas de izquierdas. ¿Acaso no saben que, frente a la cruda realidad, las creencias que ahora proclaman se desvanecerán como el humo en el aire? ¿Esperan que creamos que, si estuvieran en el gobierno, se atreverían siquiera a insinuar en los foros mundiales donde se consigue la pasta que su política es la de pedir más para seguir gastando y pagar lo más tarde posible o, incluso, no pagar nunca? No, sabemos que, llegado el momento, se desdoblarán como suelen, vendiendo una cosa en casa y aceptando justo la contraria fuera. Pues con la realidad económica apechugan todos los días hasta los estados más vehementes del mundo, sean gobernados por dictaduras, democracias o teocracias. El imperio de la racionalidad manda siempre en última instancia y es imposible sustraerse a sus sumas y restas, salvo que una sociedad decida saltar al vacío y suicidarse.

En situaciones como la presente, en las que las sociedades bordean temerariamente los límites del desastre, lo que menos abunda es la valentía, la sangre fría, el análisis honesto y el reconocimiento de los propios errores. Por el contrario, se exacerban las creencias, los lugares comunes de la sinrazón, de tal forma que la sensación de vértigo aumenta y la tentación de saltar al vacío puede volverse insuperable. Estamos en ese punto de inflexión, de hartazgo, tan recurrente en la Historia, casi procíclico, que en no pocas ocasiones ha empujado a naciones enteras a tomar el camino de la perdición. Y cuando más necesario se hace mantener la cabeza sobre los hombros, más gente parece empeñada en perderla o hacer que otros la pierdan. Unos, los ciudadanos, porque están hechos un manojo de nervios, y otros, los políticos, porque su gen egoísta les empuja a seguir haciendo carrera aún cuando el país entero se hunda.

Twitter: @BenegasJ

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9 comentarios:

  1. Necesitamos más medios de comunicación como el vuestro y más gente debería tener acceso a este.
    Gracias por estar ahí.
    Solo falta y no es poco, que los españoles dignos nos enfrentemos al resto que pretende vivir de la maldad, egoísmo y la desidia.
    Quién podría ayudarnos fuera de este enjambre de zánganos y víboras?

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  2. No hay un euro en la caja, pero para sueldos sí que hay, por el momento. El otro día estuve en un organismo de Cultura dependiente del Ayto. de Sevilla, y daba verguenza el estado lamentable del edificio (por fuera y por dentro), de las paredes sucias, los techos rotos, las puertas viejas y semirotas, etc. Pero jefes, directores, secretarias, y demás individuos no faltaban, cobrando todos sus sueldos y dietas. Pero para un pintor o un escayolista, la cosa cambia. "No tenemos ni para luz" me decía uno de ellos. Eso sí, para la maquinita del café en pastillas que anuncia un conocido actor sí que hay dinero. Por otra parte, no fueron ni para ofrecerme un capuccino.

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  3. No hay euros para el sufrido ciudadano,pero sí hay para que los alcaldes se suben y fijen sus sueldos unilateralmente al margen de democracias y gobiernos.¡¡¡pandilla de politicos usureros,rastreros,corruptos y diabolicos!!!!!

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  4. Islandia saltó al vacio y le va muy bien,Enrique.

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    1. Islandia es un país pequeño que no estaba en la Unión Europea, que suspendió pagos, que juzgó a sus dirigentes y que emprendió una reestructuración política. Eso puede tolerarse con la población islandesa que es un poco mayor que la de la Rioja, que no está sometida a ninguna normativa comunitaria, y que tiene educación y responsabilidad suficientes como para dejar que se reordenen antes de que cumplan con sus obligaciones económicas. Nada de eso es posible en España.

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  5. Estoy segura de qué los españoles aceptariamos la austeridad y los sacrificios qué nos piden sino percibieramos qué la intención final de este gobierno es desmantelar España y venderselas a sus amigos. Es tan evidente que causa dolor la impotencia.

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  6. ¿Que no hay un euro en la caja? Tienes razón Javier, si te refieres a que no se puede apretar más a la clase media y a las rentas del trabajo, pero otro cantar son los grandes empresarios y banqueros que guardan sus fortunas en paraísos fiscales, clubes de futbol millonarios que andan debiendo ingentes cantidades al fisco y a la seguridad Social y se les perdona por eso del "pan y circo" y el hecho de que en un Estado aconfesional la Iglesia no page por lo menos el IBI. Y esto no tiene nada de anticlerical, el que resida en España, sea religioso o seglar, que contribuya, que los privilegios fiscales son propios de la sociedad estamental del medievo. ¿Buscar un malo? Yo no busco un malo, sólo señalamos a los culpables de la crisis, aquellos que se van de rositas, cual nazis huídos a Brasil después de haber arramplado con todo. Creo que lo del malo lo atribuyo más a la derecha que todavía no ha soltado a Zapatero como hombre del saco. Por cierto, deberían besar el suelo por donde pisa pues a los privilegiados no les ha exigido que arrimen el hombro.

    Quizás hay más de uno que es simplista en su sentimiento de malestar, pero en el 15M de Tres Cantos somos gente cualificada, que conocemos las leyes y vemos claramente quienes la están conculcando en dispendios y despilfarros mientras nos endosan su crisis. Y ahora, para colmo, la reforma laboral, que vulnera la Constitución en varios de sus preceptos, todo para crear un mercado de trabajo al gusto del millonario del EuroVegas.

    Pro esto no lo dicen sólo esas Asambleas de perroflautas con rastas o esos sindicalistas que coleccionan falsos "relojes de lujo", lo dicen Catedráticos de Derecho Laboral.

    Manifiesto de 55 catedráticos de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social

    http://www.attac.es/2012/04/03/manifiesto-de-55-catedraticos-de-derecho-del-trabajo-y-la-seguridad-social/

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  7. YA ESTO NO TIENE REMEDIO, NO SE HAN DADO CUENTA AUN?? EL QUE PUEDA QUE EMIGRE, Y EL QUE NO SE PREPARE A RESISTIR COMO DIOS LE DE A ENTENDER, QUE NO COMO LOS OBISPETES.

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  8. Aquí no hay ningún medio de control al poder, lo que genera una falta de honestidad galopante. Nadie explica el pufo que tenemos encima y por supuesto tampoco presentan un plan de austeridad coherente. Motivo: nos consideran idiotas.
    Rajoy debería comparecer en el Congreso y explicar la situación descarnada, en términos que todo el mundo entienda, y poniendo la responsabilidad en el lugar que corresponda, ¿o es que espera la misma clemencia del PSOE cuando deba abandonar el poder? ¿tal vez porque no se trata de un régimen democrático sino partitocrático de alternancia?
    Si no se pueden pagar ciertos servicios sanitarios, subvenciones, becas o incluso plazas educativas, que lo digan, pero no se atreven porque entonces el personal se les sublevará pidiendo la eliminación de ayuntamientos, parlamentos autonómicos, empresas públicas, televisiones públicas, el senado y sus traductores. Y a ver qué van a hacer con tanto amiguete en el paro.
    Aunque tal vez tengan razón, y para lo que les queda en el convento... Porque las reformas que nos podrían sacar del pozo llegan ya muy tarde.

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