martes, 15 de mayo de 2012

15M: euforia, utopía y decepción

Juan Manuel Blanco [en Vozpopuli.com]
Los milagros se manifiestan de manera inesperada, especialmente cuando más necesidad y anhelo tenemos de ellos. Y lo que comenzó como una simple manifestación de disconformidad, pareció engordar e inflarse hasta convertirse en todo un fenómeno sociológico. Probablemente, menos sociológico que mediático. Para la mayoría, la realidad se teje con las imágenes que fluyen en la pantalla televisiva. Unos medios extremadamente proclives a sobrevalorar lo novedoso ponen el resto.


Aún así, existía un fértil caldo de cultivo, una indeterminada insatisfacción ciudadana con la clase política. Sólo faltaba un desencadenante, una chispa que prendiese la reseca yesca e inflamara esa patológica relación de amor, desencanto y odio que se establece entre votantes y dirigentes tras promesas incumplidas, abusos, privilegios y falta de transparencia. Con las concentraciones del 15M muchas personas encontraron el momento propicio y el lugar adecuado para experimentar esa tremenda explosión interior. Nada más fácil que dejarse mecer suavemente por la irresistible fascinación de aquellas repetidas consignas, por la vibrante camaradería, por esa extraña sensación de participar en algo histórico o por esa descarga de adrenalina que provoca el grito contra el supuesto malvado. Pocos sabrían identificar el motivo por el que, de manera tan intensa, se sentían plenamente parte del pueblo.  

Aquellas emotivas pero inoperantes asambleas…

Días después, comenzaron las asambleas que discutirían, votarían y darían solución a los graves problemas de la humanidad. “A partir de ahora no necesitaremos a esos políticos profesionales, que no nos representan” – repetían ciertos asistentes. Algunos descubrieron, con pesar, que las reuniones multitudinarias sólo eran operativas para votar propuestas sencillas y concretas. Pero no llegaban a conclusión alguna cuando trataban asuntos profundos y complejos. La gente mostraba una fuerte inclinación a defender aquello que sonaba bien, haciendo gala de una actitud emocional e impulsiva, sin considerar las consecuencias últimas de cada medida. Por ello, muchas de las reivindicaciones aprobadas sonaban descabelladas al reflexionar sobre ellas con una visión más amplia. Y no resultaba fácil evitar la sospecha de que algunos asistentes pertenecían a grupos interesados, bien organizados, que aspiraban a manipular el movimiento ¿Eran en el fondo tan diferentes de esos denostados políticos profesionales?


Con el paso del tiempo, algunos jóvenes comenzaron a sentirse divididos y a acusar un creciente conflicto interior, fruto de insalvables contradicciones. Encontraban en su entorno o en su familia muchas personas que discrepaban de sus planteamientos ¿La gente que no apoyaba el movimiento pertenecía también al “pueblo”? Se acusaba a los gobernantes de incumplir las leyes pero ellos mismos rehusaban acatarlas en muchas ocasiones ¿Era ésa la manera de dar ejemplo y de comenzar una nueva era? Se negaba la representación legítima a los políticos pero buena parte de las reivindicaciones implicaba, a la larga, más atribuciones para la clase política y un aumento sustancial de los gastos del Estado ¿De dónde saldría todo ese dinero?


Nadie podía negar el fundamento de las quejas que planteaba el movimiento de los indignados. Cualquier persona sensible mostraría un profundo malestar por el desastroso funcionamiento de las instituciones. Muchos jóvenes percibían, aun cuando no fueran capaces de identificar las causas, que el sistema político adolecía de importantes fallas y acusaba un notable desgaste. Con una separación de poderes en entredicho, unos mecanismos de control del poder inoperantes y un pobre sistema de representación, la asfixiante partitocracia extendía sus tentáculos por todo el Estado y parte de la sociedad civil, estrangulando toda iniciativa de cambio.  


De la utopía a la decepción


El movimiento, que había arrancado con algunas buenas propuestas, atrayendo simpatías y adhesiones por doquier, pronto comenzó a tomar un rumbo cuestionable. A las reivindicaciones razonables comenzaron a añadirse otras absurdas, demagógicas, contraproducentes o, incluso, incompatibles entre sí, ahuyentando a muchas personas sensatas.


Era evidente que, al igual que resulta mucho más fácil predicar que dar trigo, requiere mucho menos esfuerzo criticar y atacar a la clase política que señalar y especificar las causas profundas de los problemas. El funcionamiento de las instituciones está determinado por las pautas de comportamiento de una multiplicidad de agentes, que interactúan de manera compleja siguiendo incentivos y estrategias no triviales. Sin un conocimiento profundo del cuerpo social y político, cualquier propuesta de reforma basada en la mera intuición podía resultar contraproducente, agravando notablemente los problemas.


Ciertamente, el mundo era bastante más complejo de lo que muchos participantes de buena fe imaginaban en un principio. Y, lo que era peor, nada tan peligroso como atribuirse en exclusiva la representación del pueblo. La historia enseña que gran parte de las revoluciones se limitaron a remplazar una élite, a veces corrupta e ineficiente, por otra, generalmente más cruel, sin ganancia para el grueso de la población.


El 15 M ha regresado en su primer aniversario aunque probablemente asistamos a una representación de despedida antes de abandonar definitivamente los escenarios. Muchas personas razonables son reacias a protestar sin una propuesta en positivo, estructurada, sensata y coherente, aun cuando exista justificación y los gritos puedan contribuir a aliviar la explicable frustración.


Cuando los ciudadanos salen a la calle agitados por impulsos y la emoción no se encuentra bien canalizada ni apoyada en una base racional sólida, la movilización puede guardar cierta similitud con los castillos de fuegos artificiales: intensos, espectaculares, vistosos y… efímeros. Con suerte porque, en caso de perdurar, esos movimientos suelen convertirse en algo bastante peor.


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6 comentarios:

  1. Crónicas de Spainlandia:

    Manicomio para Rajoy. La policía vuelve a desalojar Sol y hay dos detenidos más. "Gente rara" contra el #15M. En las comisarías madrileñas se tortura a los detenidos del 15M. Alberto Rodríguez cuenta como fue su detención el 12M. ¡Policías, menos gimnasio y más biblioteca!. Detenidos en Sol podrían ser condenados a 4 años de prisión. Imaginando la revolución del 99%. No se puede desalojar a un pueblo en marcha: llenemos las plazas. IU pregunta al gobierno sobre el papel del personal de embajada USA en Barajas. El Mariano más cobarde ha traicionado a España. Rumores genoveses en tramitación. El FMI pide ahora que se aumente la edad de jubilación. Rajoy piensa dar una estocada de 10.000 millones a la Seguridad Social. Apoya y secunda la huelga general educativa. Inminente recesión en USA y "crack" económico. El PP y PSOE estudian en secreto una España sin el euro. Bruselas: dinero para España SI , para su Banca NO. Familias piden al Gobierno mayor apoyo para paliar la situación de pobreza. Andalucía, la crisis duplica las familias que acuden al comedor social. Canarias, las familias necesitadas de Telde llevan cuatro meses sin recibir vales de alimentos. Extremadura, no llegar a día 15... Pulsar "Entrar" en:

    http://aims.selfip.org/spanish_revolution.htm

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  2. Sr. Blanco, es una gozada leer sus artículos. En mi juventud también participe en manifestaciones de estudiantes porque luchábamos para conseguir una verdadera democracia. Fuimos una generación fantástica, trabajadora estudiosa y luchadores natos. Estábamos acostumbrados a que las cosas no eran fáciles de conseguir y mucho menos para las mujeres, trabajaba para poder estudiar, sufrí lo indecible para llegar a poder conseguir un buen trabajo, que por ser mujer solo contaba mi presencia que sin rubor digo que era muy bella.Mis amigos de la infancia han llegado a ser personas de gran nivel intelectual y moral, no eramos gente adinerada. Conseguí llegar a estar en el consejo de administración de una empresa extranjera, nadie nos ha regalado nada y si he contado un poco de mi vida que a nadie puede interesar es para comparar lo que hacíamos y lo que ahora se hace. Las nuevas generaciones no han tenido la necesidad de emigrar, de conseguir las cosas, todo sobra,la escala de valores es muy frágil.Nunca generalizo, hay juventud maravillosa.No estoy en contra de que se manifiesten pero no veo una dirección coherente porque no hay dirección y van sin rumbo. Esto se veía venir pero hasta que no les ha llegado no se han molestado, estaban aborregados y ahora apenas cuatro meses con el nuevo Gobierno ya desean su cese. Me fastidia que siempre lo paguemos los mismos pero hay otra manera de actuar porque se han unido a estas reivindicaciones, vandalismo, gente oportunista que desean sacar tajada de la ignorancia de algunos. Por supuesto también personas sencillas que no pueden ni llegar ni a mitad de mes. Como no haya un cambio de mentalidad, pienso que este país no tiene solución.

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  3. Querido Juan Manuel, un placer leerte, como siempre, por tu mesura.
    Sin embargo, no acabo de entender esta obsesión de muchos por exigirle a un movimiento ciudadano sin líderes, sin estatutos, sin disciplina de partido y sin programa electoral una perfecta y absoluta coherencia. (Por cierto, ¿son los partidos políticos y los sindicatos totalmente coherentes y razonables en su actuación?) Quienes sigan cuestionandolo desde esa premisa (porque en nuestra sociedad bipartidista todo se ve desde el blanco y negro)seguirán dando palos de ciego. A ciudadanos corrientes no se les puede exigir las soluciones que corresponden a quienes dicen representarnos. El 15M no pretende reemplazar las instituciones por un comité revolucionario, más bien al contrario, quieren que quienes ocupan las instituciones no hagan dejación de funciones en cuanto a la defensa del interés general. El que algunas propuestas resulten ingenuas, radicales o desmesuradas no desacredita a un movimiento cuyas reivindicaciones principales son totalmente razonables, a saber: reforma de la Ley Electoral, instituciones más representativas y democráticas, mayor participación e implantación de la democracia directa, un sistema tributario auténticamente progresivo, regulación de las prácticas bancarias y creación de banca pública, control de los mercados y tasación de las transacciones financieras, penalización de la falta de responsabilidad social y medioambiental de las empresas, constitucionalización de los derechos de los trabajadores, vivienda pública de alquiler, dación en pago, integridad de los servicios públicos, eliminación de los privilegios a la clase política y a la Iglesia, la no prescripción de los delitos de corrupción... entre otras.
    Luego, es cierto, se impone la realidad y los intereses particulares y partidistas, pero lo que no puede aceptarse es la actitud de quienes infantilizan, ridiculizan e insultan a los ciudadanos por exigir estas cosas. Mi referente personal es el de las Sufragistas, quienes también fueron demonizadas en su día y cuya demanda de igualdad no sólo es hoy una realidad sino además incuestionable en las democracias. Y en esa lucha también se cometieron excesos, pero hoy ¿quien se acuerda?
    A los poderes económicos corresponde someterse al poder civil democrático, y a los poderes públicos, sin caer en la demagogia o el populismo, poner las instituciones al servicio del interés general y garantizar una sintonía básica con la ciudadanía.
    Tampoco estoy de acuerdo con la idea de que el aniversario del 15M sea una especie de colofón final, puesto que no se trata de una organización con pretensión de perdurar en el tiempo. Es un punto de encuentro de múltiples sensibilidades, de quienes llevan luchando desde hace décadas y que seguirían haciendolo existiese o no 15M, y de quienes han tomado conciencia en esta particular coyuntura de crisis económica y creen en su responsabilidad individual al tiempo que exigen responsabilidad a los políticos y a los bancos por este tremendo desaguisado.

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  4. Inconscientemente estan luchando contra un enemigo que no reconcen , son numerosas las inquietudes, algunas de ellas les producen mucho daño a ellos y al conjunto de la sociedad de una manera inocente pero latente, defender el sistema del bienestar con todas sus consecuencias es admitir el modelo actual, manteniéndolo y defendiéndolo es esclavizarse A no ganar dinero por la presión fiscal de mantener lo que todos sabemos, lo tendrían más fácil si fuese su enemigo un dictador un tirano , y a la definitiva es lo mismo un sistema de muchos tiranos, es muy complicado querer acabar con una DEMOCRACIA degenerada, es triste siniestro y patético , dar gusto a todos es muy complicado no me atrevo a dar un porcentaje de la cantidad de españoles que les interesa el sistema de tiranos pero seguro que es muy alto.

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  5. "De la utopía a la decepción". Pues claro, ¿es que aún no nos hemos enterado que en este mundo esa es la única secuencia lógica? Si a eso le añadimos una empanada mental considerable y una carga emotiva importante nublando cualquier atisbo de lucidez, tenemos todos los ingredientes para un 15M como Dios manda, sin necesidad de elaboradas estrategias de infiltración ideológica para dinamitarlo (con las más burdas se ha conseguido). Una lástima, pero nos tienen tomada bien la medida. Largos años de ínfimo nivel educativo y adoctrinamiento acrítico envueltos en un cómodo colchón de bienestar, les ha costado a nuestros "dirigentes".

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  6. ¿Es que seguimos sin querer saber que la BANCA y el MERCADO somos todos...? En la época de la orgía de las hipotecas, todo el mundo deseaba que el mercado inmobiliario inflaccionado, nos hiciera ricos de un día para otro.Los banqueros no hicieron mas que seguirnos la corriente y darnos gusto.Yo he visto cambiar de mano cuatro veces en tres años un apartamento de costa , con la consabida cosecha de dinero negro, no para los ricos de sicav,sino para una cadena de gente corriente que chupaba de la teta rebosante de la especulacion del mercado, el primero gano 12.000, el segundo 30.000, el tercero 60.000,el cuarto 90.000,el ultimo que pago el pato fui yo,que compre por 300 lo que valía 100, para regocijo de la hacienda publica y el ayuntamiento de la localidad de turno.
    Es doloroso y no es de recibo, reconocer el error y la estupidez en carne propia,tranquiliza mas buscar al chivo, o sea los ricos y los banqueros...pero por esa vía, la estupidez y la ignorancia persisten.Lo mismo que los banqueros, los políticos no han hecho mas que darnos gusto, para una mayor recolecta de votos...Tanto ave, tanto polideportivo, tanto aeropuerto, tanta subvención, tanto puesto de funcionario, etc. etc. etc., no ha hecho mas que entregarnos a un nirvana colectivo e irresponsable, en el que los politicos se convertían en los grandes hacedores de una nueva creación, que era el Estado de Bienestar.A mi me toca cubrirme de ceniza y aprender de mis errores....no nos valen ya las sensaciones, como hasta ahora, es el momento de dar paso a las razonesn aunque nos pese.

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