lunes, 21 de mayo de 2012

Mr. Krugman, nuestro incendio no se apaga soplando

Javier Benegas [en Vozpopuli.com]
Paul Krugman es el paradigma de esa plaga de gurús que florecen siempre con las crisis. Una condena añadida, una más de tantas, que el ciudadano medio ha de sobrellevar con exquisita paciencia. Este señor, aún desconociendo por completo la idiosincrasia de un país tan complejo como España, no deja pasar ocasión para promocionar sus recetas, que tanto sirven para Birmania como para Portugal, Grecia o la India. Y a aquellos que discrepan, amenaza con las siete plagas del Apocalipsis. Más que un economista al uso, parece un político demagogo, casi un sumo sacerdote, que usa su columna en The New York Times como un púlpito desde el que arrojar sus mandamientos con inusitada vehemencia.

Lo que el bueno de Paul no entiende es que nuestros socios europeos, sus banqueros y los inversores de medio mundo han tenido tiempo más que suficiente para analizar España a conciencia, cosa que él al parecer no ha hecho. Y han caído en la cuenta de que nuestros problemas escapan a los modelos económicos de laboratorio. Y mientras que para los Krugman del mundo y su keynesianismo de bolsillo seguimos siendo a todas luces un misterio inescrutable –de ahí que aún estén convencidos de que no hay fuego que no se pueda apagar soplando–, para quienes se juegan el dinero, esos que dan trigo, se llevan los suyo y se ahorran los sermones, España se ha convertido en el Afganistán de Europa. Comparación esta a todas luces desafortunada, ya que, al menos por el momento, no estamos divididos en tribus medievales bajo el mando de los señores de la guerra. Sin embargo, de puertas afuera, la nación política y su Cuarto Estado se exhiben como un heterogéneo conjunto de territorios, más o menos pequeños y no muy bien avenidos, todos ellos bajo el poder omnímodo de las diferentes familias políticas y sus facciones territoriales.

Es esta imagen de país desestructurado, tan alejada de la nación real que lucha por abrirse camino, lo que está generando un enorme daño en la confianza de inversores y empresarios. De tal suerte que cada vez son menos los que se aventurarán a poner su dinero o aplicar sus ideas en esta economía desarticulada, hecha a medida de agentes acostumbrados a las rentas no competitivas; es decir, a comprar la voluntad de los políticos y a hacer negocios por la cara. Un modelo promocionado por los padres de la patria y sus grandes partidos al dictado, precisamente, de las teorías que los economistas como Krugman defienden. Y cuyo efecto adverso más evidente ha sido alumbrar una clase dirigente, casi una nueva nobleza, que vive al margen de las leyes del mercado y, también, de las otras.

Ésta y no otra ha sido la revelación que ha dejado definitivamente helados a los inversores, constatar que la economía española, la oficial, es precisamente lo que ahora contemplan: un mundo hermético, miserable y oscuro donde mandan unos pocos y reina la mentira. Porque España, que pese a todo es tierra de emprendedores y no sólo de sol y playa, es un país en el que la economía real hace tiempo que se quedó sin espacio y, por ello y no por defectos genéticos, no puede ser el punto de apoyo mediante el que salir de la crisis. Hace falta cambiar muchas cosas que poco o nada tienen que ver con esos estímulos, por los que, curiosamente, quienes más suspiran son los políticos profesionales a los que economistas como Krugman hacen cada día más poderosos.

No se llama austeridad sino Eficiencia

Si algún error ha cometido la Unión Europea, y muy especialmente Alemania –llamarlo error es un acto de bondad inmerecido–, ha sido limitarse a imponer reformas económicas, cuando lo que urge, precisamente desde el punto de vista económico y de cara al salvamento de Europa, son las reformas políticas de los países en riesgo. Haga usted los deberes, Mr. Krugman. Repase el caso de Grecia y comprobará que, desde que empezó su vía crucis, el país heleno no ha acometido ni una sola reforma estructural como es debido. Por eso, decir que la austeridad no es el camino es una afirmación interesada que sólo tendría sentido desde un análisis más amplio, riguroso y honesto. Por ejemplo, habría que decir que imponer techos de gasto sin reformar el modelo político es fiarlo todo a la buena voluntad del gobernante de turno y, también, a su capacidad de vigilancia y detección del engaño. ¿Pero qué sucederá si, con el modelo político intacto y en estado latente, las buenas intenciones se esfuman o gobierna otro pillo?

Cierto, no se trata de austeridad Mr. Krugman, error flagrante el del término empleado. Pero tampoco de sus dichosos estímulos, sino de Eficiencia. Lo cual implica, además de un techo de gasto, reformar la España política de arriba abajo para tener, en el inmediato futuro, una economía de acceso libre y poner fin al expolio. Para que usted lo entienda: mientras no se reparen las cañerías (léase Instituciones), abrir el grifo de los estímulos es tirar el dinero o, lo que es peor, meterlo en el bolsillo de unos pocos privilegiados para que el resto pague aún más intereses a cuenta de una Deuda que seguirá aumentando. Es decir, sus estímulos, en el medio y largo plazo, nos traerán más pobreza.

Lo que los españoles necesitamos, nos quedemos dentro o fuera del Euro, arda Roma o caiga el cielo sobre nuestras cabezas, no es saber de antemano el resultado final de este partido incierto, ni más sermones incendiarios, ni dinero de terceros cayendo del cielo sobre los corruptos, sino un horizonte de país hacia el que marchar. Despertar cada viernes a golpe de decreto con nuevos recortes o subidas de impuestos, nuevos agujeros presupuestarios, debates tramposos a cuenta de los estímulos y profecías del fin del mundo no parece que sea el camino. Para salir de esta crisis son necesarias otras cosas. Para empezar, un punto en el horizonte hacia el que dirigir la mirada, por lejano que éste se encuentre. Se trata de la Libertad, Mr. Krugman. Ese es el estímulo que los españoles necesitan y demandan. ¿Entiende usted de qué le hablo?

Twitter: @BenegasJ

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7 comentarios:

  1. Con 400 mil políticos de toda índole en nuestro pais, con toda clase de privilegios, qué nos podemos esperar a corto o medio plazo? eso todavía no se ha recortado, a estas alturas no se ha eliminado ni un solo Ayto. ¿a qué van a esperar, a salir un poco de la crisis para que aquí no haya pasado nada?

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  2. Impresionante análisis

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  3. Efectivamente, la primera medida a tomar sería 'domesticar' toda esa jauría formada por las autonomías, sacrificando todos los ejemplares enfermos y contagiosos de las realas...
    Hasta que no se reforme ese modelo y se divida (de entrada) por la mitad el numero de políticos que hay en España, España no volverá a ser España y seguirá siendo una auténtica y peligrosa jungla infestada de bandidos.

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  4. Me acaban de mandar ésto. Es tan increible que pienso que quizá esté un poquito 'inchado' a lo mejor aplicando el error +-20 .....

    Copio textualmente:
    Pues resulta que por fin se sabe el número de políticos que pululan por
    estas nuestras Españas. Y como era de esperar, resulta que tenemos más
    políticos viviendo de los presupuestos que ningún país de Europa. Enlace a
    la noticia.

    Resulta que tenemos EL DOBLE de políticos que el segundo país con más
    políticos de Europa (Italia).

    Resulta que tenemos 300.000 políticos más que Alemania ¡con la mitad de
    población! Además Alemania está mucho más descentralizada que España.
    Alemania cuenta con 6 niveles administrativos (Estado - Länder - Regiones
    Administrativas - Distritos - Mancomunidadades - Municipios) y España sólo
    con 4 (Estado - Comunidad Autónoma - Provincia - Municipio).

    Resulta que tenemos 445.568 políticos.
    165.967 médicos
    154.000 policías
    19.854 bomberos

    Resulta que tenemos más políticos que médicos, policías y bomberos...
    ¡juntos! ¿Y luego lo que sobra son funcionarios? ¿lo que sobra son médicos y
    bomberos?

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  5. El diagnostico está claro y amputar es parte del tratamiento, el nerviosismo en la familia política es notable, el miedo a perder el tarugo estatal en toda su amplia extensión es muy sencillo de entender como nuestros socios europeos van a querer pagar nóminas inútiles de tanto vividor profesional, reducir el estado es imperiosamente vital para evitar el colapso económico , todo apunta a un tratamiento a base de aspirinas, nuestro presidente se muestra ambiguo , pero más pronto que tarde los mercados lo pondrán a escuadra por una política disminuida , la izda. Aprovechará está situación y no tendrá reparos en acometer lo que ahora critica en una cuestión de supervivencia , Grecia es el espejo donde nos tenemos que mirar y de alguna manera el oráculo sobre el futuro de la zona euro, en definitivas cuentas perdida de tiempo a costa de llevar a las personas al hambre ,responsabilidad de nuestros dirigentes por miedo a afrontar lo terrible de las reformas.

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  6. Como ya es habitual, otro comentario genial de esos señores perdidos en su mundo de recetas, a ese señor Krugman, un personaje que debería dedicarse a limpiar su casa antes de meterse en casa ajena, que conozca España antes de hablar. Los problemas de España son muchos; La crisis, Europa y el euro, el paro, el terrorismo, etc…, pero para empezar a arreglar esto se debe empezar por el primer problema, nuestra clase política, esa ultrabilindada e intocable Casta Política, ya lo he comentado antes, una vez solucionado el paradigma político español, empezaremos a sanar y como consecuencia, a cambiar todo lo demás. Despertemos españoles, nuestro problema es interno, mientras no “acotemos” a nuestros políticos, más y más no hundiremos. Fuera autonomías, con ello estaríamos más libres de la rapiña carroñera de los nacionalistas, y ojo, de todo “politiquillo local” manteniéndose en su Feudo como en plena Edad Media, ambos son igualmente peligrosos para la salud de España. Seamos realistas, ni al PP ni al PSOE, les interesa meter en las autonomías la tijera, no solo se quedan sin una gran fuente de ingresos para sus partidos políticos, sino que, además, la gran cantidad de “enchufados” en puestos de libre designación que se irían al paro; y allí no hacen nada por sus patronos: porque claro eso del paro, eso es para el pueblo, el vulgo, la chusma… Ellos como toda clase aristocrática, no miran al pueblo más para que expoliarlo con impuestos, debe de ser terriblemente humillante para la casta política, el tener que agacharse a mendigar el voto cada 4 años, poniendo sus más asquerosas e hipócritas caras. No hablemos de los nacionalistas, a ellos no les importa quienes gobierne el conjunto de la nación, ya les arreglarán ellos para fagocitar y chupar a quien se tercie; tal cual actúa la garrapata con el perro, y ya se sabe, a perro flaco todo son pulgas y, claro garrapatas, estas son más gordas… En fin todos políticos.
    Mientras no separemos los tres poderes estatales; Legislativo, Ejecutivo y Judicial, los españoles seguiremos recibiendo tortas hasta en el DNI. Tenemos que luchar por nuestra Libertad, nuestra integridad y nuestro respeto como nación y como individuos; nuestros políticos no nos respetan, nos mienten y roban. Y este cambio debe empezarse por dentro, por uno mismo, como nos van a valorar los de fuera si no nos respetamos a nosotros mismos.
    Un saludo a todos desde Alicante.

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  7. Si el país va a la austeridad y el ahorro acorde a sus ingresos y deudas, los politicos y funcionarios no pueden seguir cobrando ni un dia mas (debió haberse hecho hace años), sus sueldos deben ser como maximo dos veces el salario minimo mensual, o sea 1.500 euros. SI, MIL QUINIENTOS EUROS COMO MAXIMO DEBE COBRAR EL QUE MAS COBRE DE LOS POLITICOS Y FUNCIONARIOS, Y SI NO A LA PULTA CALLE, que ya medio juventud bien preparada ha tenido que emigrar por su inutilidad y corrupcion de gestion politica y economica.

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