lunes, 27 de diciembre de 2010

Estado, ineficiencia y crisis

La Tercera Ola
De todos los ingenios humanos para convertir la energía en trabajo, el motor de explosión es uno de los más ineficientes. Se estima que el más perfecto sólo es capaz de convertir el 20% de la energía en movimiento. Pese a ello, tiene una ventaja fundamental sobre cualquier Estado que interviene en la economía: su ineficiencia puede ser conocida con exactitud. Y en una crisis como la actual, esta incógnita debería tener un papel crucial a la hora de discriminar las posibles soluciones.

El Estado ineficiente

En un mercado libre, las energías productivas se ven obligadas a orientarse de forma eficiente por la competencia, y los resultados son la guía por la que se rigen las empresas. Por el contrario, en la actividad estatal no hay incentivo para ahorrar recursos. Enumero algunas razones:


Primero, los servicios generados tienen un coste muy elevado y, al ser el pago obligatorio (y muchas veces el consumo), la disposición a pagar (la demanda) no se manifiesta y nada nos garantiza que se están produciendo los bienes y servicios que realmente el consumidor desea.

Segundo, se reduce la libertad individual de elegir y se sustituye por un teórico control a través del voto, que es muy indirecto y dilatado en el tiempo.

Tercero, los intereses de los políticos llevan a un comportamiento ineficiente, y la corrupción y el clientelismo implican un nivel de contratación (gasto) muy superior al necesario.

Y cuarto, la comunicación y el marketing político establecen como logro la cantidad de dinero gastada en lugar del rendimiento obtenido.

Esta dinámica conduce a que el Estado expansivo tienda al déficit y a la deuda, con el agravante de que la deuda es mucho mayor que la que recoge la contabilidad nacional ya que, como efecto perverso añadido, prolifera la “deuda oculta” (deuda por aflorar). Para la cual, las Administraciones Públicas han desarrollado un extenso entramado de instituciones y empresas que permiten excluirla de la contabilidad ordinaria.

La metástasis de la ineficiencia y la extinción del libre mercado

En los últimos años, el Estado y las Administraciones Públicas, han tenido un carácter muy expansivo, es decir, no se han limitado a la provisión de bienes públicos (aquellos que no puede proporcionar el mercado) sino que han abarcado innumerables campos de la actividad económica, actuando como un agente que incentiva determinadas iniciativas (por la vía de la legislación y la subvención discrecional) y desincentiva otras, y también como un poderoso intermediario que adquiere y vende grandes cantidades de productos y servicios. Debido a ello, en el conjunto de la economía se ha convertido en moneda de curso común, a además de la ineficiencia, el peor de todos los inconvenientes: la falta de transparencia. Es decir, hemos estado viajando en un coche sin saber cuánta gasolina consumía y si podríamos pagarla según se fueran cumpliendo las etapas de nuestro viaje.

La enorme expansión del Estado y las Administraciones Públicas ha gozado de la pasividad, cuando no de la aprobación, de los ciudadanos por la difusión de la falsa idea de que el Estado proporciona servicios que son “gratuitos”. Como no se pagan directamente, la impresión es que nada cuestan. Pero no son gratuitos, sino injustificadamente caros y utilizan una gran cantidad de recursos que podríamos destinar a la producción de otros bienes o servicios si nos dejasen la libertad de pagarlos o no.

De forma progresiva, los estados no sólo han ido restando protagonismo al libre mercado, distorsionando las leyes de la competencia al primar empresas, productos y servicios de forma anómala (y también actitudes), sino que han extendido el mayor problema de todos: hacer que sea imposible saber el grado de ineficiencia de la economía de un país, abonando así el camino hacia el estancamiento e incluso la quiebra.

Políticos y mercantilistas, juntos hacia el colapso

Ahora nos vemos obligados a tomar medidas urgentes y drásticas para corregir los desequilibrios. Y cuando precisamente la identificación y cuantificación de las ineficiencias deberían ser los factores a tener en cuenta, la urgencia, los intereses creados y las enormes presiones externas nos están llevando por el camino equivocado. Las consecuencias a medio y corto plazo serán desastrosas.

Por ejemplo, cierto es que la reforma del mercado laboral es imprescindible. Pero si la limitamos al abaratamiento del despido en el renqueante sector privado, y dejamos fuera a los más de tres millones de empleados de las Administraciones Públicas, la tasa de paro alcanzará niveles nunca vistos y nuestra productividad como país, lejos de mejorar, seguirá empeorando (ya está sucediendo pese a que los sueldos medios están en caída libre).

Limitarse a abaratar el despido en favor de las grandes empresas en dificultades, no reducir los elevados costes estructurales por puesto de trabajo y dejar la masa laboral de las Administraciones Públicas inalterada, nos arrastrará de forma inexorable a las profundidades abisales de la crisis.

Para revertir la situación son necesarias decisiones valientes y arriesgadas que apuesten directamente por profundas reformas políticas y económicas, aunque algunas de ellas puedan poner a prueba nuestras relaciones internacionales. Y aquí está el verdadero problema: necesitamos una clase política mínimamente responsable y no la tenemos.


Corolario

Hemos perdido un tiempo precioso y, ahora, la arbitrariedad en el recorte del gasto para hacer frente a nuestras deudas prima por encima de las necesarias reformas estructurales que revitalicen la economía. En vez de abordar cambios profundos en el sistema político-económico, se abre la puerta a despidos masivos, se incrementa la presión tributaria, se ponen en el punto de mira las escasas contrapartidas que recibían los ciudadanos y se dejan sin tocar las ineficiencias del Estado. Todo ello es como pretender curar un árbol infectado de hongos quitándole el agua y practicándole una poda ornamental.

Otrosí

Nuestra situación se asemeja a la de un trasatlántico en el que hay abundantes vías de agua. Para retrasar su hundimiento, la orden que da el capitán es arrojar a parte del pasaje por la borda y así reducir lastre. Mientras tanto, los pasajeros de primera clase empiezan a abandonar el barco en los botes salvavidas junto con sus valiosas pertenencias. Una vez cumplida la orden, el agua sigue entrando sin impedimento alguno y el barco termina por naufragar.
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8 comentarios:

  1. Debemos entender que usted dispone de una información más fiable y exacta que la Contabilidad Nacional. Eso dice mucho de su elevado nivel de conocimientos en materia económica y política.

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  2. El funcionario ES EL MAYOR ENEMIGO DE ESPAÑA..Franco lo sabia y Cicerone,Jovellanos..Y el mayor amigo del corrupto..NUESTRA CLASE POLITICA...Años de crecimiento economico de los años 60.500.000.funcionarios..HOY DIA 3.500.000.con o sin oposicion DA IGUAL......................Saludos

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  3. Este es el MEJOR ARTICULO,un retrato de la crisis.

    Felicitaciones a su autor

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  4. ESTE ARTICULO ES DE JAVIER BENEGAS ???...habria que enmarcarlo..

    Saludos campeones

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  5. lo has clavado amigo mio Enhorabuena, me gustaria que me escribieses he escrito una tesis sobre el Asociacionismo en tiempo de Crisis me gustaria compartirlo con tigo y que me des tu opinion saludos
    jesus gonzalez jgonzalez@enersis.eu

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  6. Perfecto, totalmente de acuerdo. Y ¿qué podemos hacer todos los españoles pensantes y hartos de estar hartos para aunar esfuerzos y forzar el cambio en nuestro país? No hacemos más que escribir por aquí y por allá, pero, ¿¿¿luego qué??? Van surgiendo corpúsculos y asociaciones con muy buena intención, pero opino que hace falta alguien, un líder, que los agrupe, una reunión nacional para presentar las propuestas, misión, visión y valores que queremos para nuestro paìs, España, y como la unión hace la fuerza, creo que ya es hora de dejar de gastar nuestra pólvora en salvas y pasar a la acción: dejar de hacer lo que hemos venido haciendo hata ahora, es decir, seguir divididos, y reunir nuestras fuerzas, hacer mente maestra y agrupar energía, mentes y esfuerzos en una misma dirección. Si lo conseguimos será un paso importante. No es el pueblo quien debe temer al gobierno, sino es el gobierno quien debe temer al pueblo. Pero para lograr este cambio de mentalidad y poner las cosas en su sitio, lo primero es que el cambio de mentalidad se de en el pueblo, que deje de tener miedo, de ser conformista, que decida dejar de quejarse y pasar a la acción y entonces podríamos llegar a ser una fuerza social imparable, no necesariamente política, sino la fuerza de control de los politicos que debería existir en cada país, para controlar lo que está haciendo la casta politica con nuestro dinero y con el poder que les otorgamos con nuestros votos. Si les parece bien, cuenten conmigo.

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  7. Todo el mundo habla sin hacer nada practico.
    Me atrevo a escribir porque por fin un escrito mio ha visto la luz aqui, aunque nadie toma nota de lo que digo y todos siguen escribiendo sin decir algo practico. Yo lo hago ahora.
    Insisto en q. Javier Benegas escribe bien pero le falta el remate. ¿Que propone? Queremos soluciones.
    Yo tengo una idea clarisima de lo que hay que hacer pero quiero que los demas, esos que protestan tanto de la situacion actual, aporten lo que crean conveniente. El proceso a seguir seria el siguiente:
    1- yo expongo en este foro una serie de medidas.
    2- los demas, ustedes, los que amen a España, los que protestan, deben contestarme añadiendo otras medidas. Si quieren pueden defender sus medidas para que veamos su importancia.
    3- una vez que tengamos un catalogo de medidas necesarias para arreglar la crisis y la organizacion politica, bien separada o simultaneamente, se ponen por orden de prioridad, lo que nos daria una especie de ideario politico de un partido, pero no un ideario al uso, que coloque al partido a la izquierda o a la derecha, sino un partido que lo coloque entre los demas como el partido decente.
    4-¿Que hacemos ahora con estas medidas, pulidas, meditadas, comentadas y consolidadas? Pues se las pasamos a los especialistas a titulo consultivo, para que nos ayuden a pulir las ideas que nosotros, la plebe, los sufridores, hemos meditado. Por ej. que nos diga como se puede hacer para eliminar las Autonomias. O que nos digan como se puede llevar a los Tribunales a un politico que ha fastidiado al pueblo mas de lo aceptable.
    5- Una vez retocado el catalogo de medidas hay que jugar necesariamente a los partidos politicos, nuestro triste sino. Ese cuerpo de medidas hay que ofrecerlo a los partidos politicos existentes; unos querran algunas de esas medidas, otros querran otras; si hay alguno que las admita todas ese será nuestro partido. Si ningun P. politico las quiere se las ofrecemos a ese partido nuevo que parece que se llama Partido de la Regeneracion y nos presentamos con el en las proximas elecciones con dos bigotes.
    6. No sigo mas; espero a que vosotros, si os parece bien, añadais no solo medidas a tomar sino modificaciones a este proceso que os he expuesto. Creo que esta construccion de abajo arriba puede dar sus frutos, pero para eso hace falta desprendimiento, generosidad, no hacer escritos preciosistas, ni dar nombres para relumbron, meditar bien sus ideas frente al ordenador, ¡Ah! y tambien procurar no irse por las ramas.
    7-Empiezo por dar mis ideas, solo unas pocas por ahora:
    7-1 Listas abiertas en todas las elecciones.
    7-2 Eliminacion paulativa de todas las Autonomias, nido de caciques, corrupcion, etc.
    7-3 Eliminacion de todas las subvenciones, a Partidos, sindicatos, organizaciones de todo tipo, civiles o religiosas.
    7-4 Limitacion de los sueldos a cargos politicos con auditorias rigurosas de los bienes a la entrada y salida del cargo. Sueldos en funcion del numero de contribuyentes que se lo pagan. Por ej. un alcalde de un pueblo de 3000 habitantes no puede tener un coche de 3000€.
    7-5 Pensiones derivadas de los años de trabajo para todos igual, diputados y barrenderos.
    7-6 Eliminacion de prebendas a los que han tenido un cargo politico, despues de haberlo ejercitado, como ej. un presidente de Autonomia.
    7-7 Obligacion ineludible de pagar las deudas en los plazos que se haya estipulado en cada caso con pena de embargo rapido de bienes en un mes.
    7-8 Que ninguna administracion se endeude en mas de lo que prevea recaudar pagando con dinero ya recaudado.
    7-9 Que en los alquileres de inmuebles se pague en el momento estipulado bajo pena de lanzamiento en 10 dias maximo.
    Como veis, si esto fuera asi, con la organizacion actual, casi no importaria el partido politico en el poder.
    Nos queda pues un año y pico para el proceso. Este debe ser democratico en grado extremo. No debemos partir excluyendo ideas.

    Os deseo Feliz Año Nuevo, Paco.

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  8. Apreciados amigos.

    Para que una sociedad evolucione, en una época como la actual, es necesario escribir y difundir ideas, utilizando los maravillosos medios que nos proporcionan las Tecnologías de la Información.

    Todos los procesos necesitan maduración. Es bueno que en una sociedad dominada por la Telebasura, se alcen comentarios, críticas y observaciones, como las que aparecen dentro de este Blog.

    Creo que las personas que colaboran en los artículos, no solo escriben. Probablemente en el ejercicio de su profesión contribuirán también a tratar de mejorar la Sociedad Española.

    Coincido en que la "gratuidad" de ciertos servicios no es tal. Se paga vía impuestos, aunque no se note.

    Los ciudadanos debemos de exigir a las Administraciones que nuestros impuestos se gestionen adecuadamente. para ello hacen falta funcionarios. La mayoría de la sociedad piensa que no trabajan y que sobran a millones. Nada más lejos de la realidad. El funcionario normal trabaja y bien, recibiendo unos salarios que calificaría de ínfimos. Más bien sobran los denominados funcionarios de libre designación, puestos por méritos políticos, sin preparación, que no han realizado ninguna oposición y que cobran complementos específicos elevadísimos.

    Respecto al déficit tarifario en el consumo eléctrico, en parte deriva de la mala gestión de la subvenciones a las energías renovables, mucho más caras que las tradicionales, y que al final debe pagar el consumidor.

    Hoy por hoy y dejándonos de demagogias baratas, la solución energética es Nuclear, y cuanto más tardemos en activarla, más caro nos va a costar salir de la crisis.

    Por último quiero desear feliz año nuevo, a los promotores y articulistas de Tercera Ola. A todos los lectores y colaboradores, y animar a todos a seguir el año próximo esta ingente labor que tenemos por delante y de la que esperamos salgan líderes, soluciones y grupos sociales organizados.

    A todos gracias.

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