miércoles, 26 de enero de 2011

Jubilados jubilosos

Miquel Vallelado
Se ha comentado, en estos días grises de cuesta de enero, que tanto Don Felipe como Don José María (apellidados respectivamente González y Aznar) perciben cada uno una pensión vitalicia, con motivo de que son expresidentes del Gobierno de España, que alcanza la cuantía de 80.000 euros anuales por barba.

Bueno, mantengamos la calma y no caigamos en una fácil y tentadora demagogia: no es una cantidad particularmente desmesurada, tanto si la comparamos con los dinerales que hace cuatro días se trincaba un yesero que echara alguna hora, como si tenemos en consideración la enjundia del cargo que ambos ocuparon en su día. Todo ciudadano de bien puede comprender el fin último de dicha pensión, destinada a que, en tanto personas que han servido al país desde tamaña atalaya, deben recibir una sutil mezcla de premio y sustento, que les permita vivir el resto de sus días a un nivel mínimamente acorde con su papel en la Historia.

Nada que decir, pues, al respecto. 160.000 euros al año ni solucionan ni estropean nada, y España aún puede permitirse un dispendio que puede calificarse de relativamente discreto. Dispendio que sin embargo, en breve, y si no se produce un auténtico milagro, Don José Luís (Rodríguez) contribuirá a incrementar de forma notable, pues no olvidemos que también a él le corresponderá percibir la pensioncilla de marras. No, no es ninguna broma... Pero bueno, no discutamos: un expresidente es un expresidente, aquí y en la China. Y aritmética manda: dos más uno, dan doscientos cuarenta mil.

Pero, en ocasiones, la aritmética rima mal con la ética, aunque a priori ambas palabras lo hagan de forma consonante, que ya cuesta de lograr (salvo si te llamas Joaquín Sabina). Y la comprensión expresada (no sin algún esfuerzo) en los párrafos anteriores respecto a la paga pública de estos próceres jubilados, se desvanece como humo de cigarro (perdón por la expresión), puesto que en estos días tan grises de enero también se ha comentado –ya es mala pata, caray- que don Felipe percibe aproximadamente 120.000 euros anuales de la empresa Gas Natural, y que don José María no se queda corto, y se lleva unos 200.000 euros anuales de Endesa. Ello a cambio, al parecer, de misteriosas tareas de asesoramiento. Servidor lo atribuye más bien a una retribución del prestigio y el bombo que da el contar con alguno de estos prendas en la tarjeta de visita. Pero bueno, son empresas ¿privadas?, y no lo discutiremos tampoco: si es tu dinero, te lo pateas en lo que quieres. Pero la pregunta de los ochenta mil es: ¿no deberían renunciar esos señores a la pensión pública, al menos mientras permanezcan en esos cargos privados tan generosamente pagados?.

Ante las quejas surgidas, los políticos, que de pequeñitos no estudiaron el verbo “renunciar” (de la primera conjugación, y transitivo), han salido al paso con el apabullante y socorrido argumento de que todo esto es “legal”. ¡Coño, como que ellos son quienes hacen las leyes! ¡Así cualquiera! Eso sí, que no se le ocurra ponerse a hacer chapucillas a un jubilado normal. Porque de pronto, su roñosa pensión de 9.000 euros al año se convertirá en cuestión nacional, y la ley (el artículo 165 del RDL 1/1994) se encargará de ajustar su pensión a la baja. Por el contrario, es lo más legal del mundo levantarse 80.000 euros de las resecas arcas públicas, y “complementarlo” con veinte milloncejos de las antiguas pesetas en el caso de Felipe González, o treinta y tres (la edad de Cristo) en el caso de Aznar. ¿Se puede tolerar esta compatibilización, o digámoslo claro, esta desfachatez, en un contexto de recortes públicos incesantes? Rotundamente, no. Si algo ha de distinguir a un expresidente es el ser un referente, un ejemplo. Con estos referentes y ejemplos... mal futuro nos espera.

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4 comentarios:

  1. Dicen que esa pensión vitalicia es por haber sido político y no haber podido hacer otra cosa mientras tanto, como si ser político fuese una penuria. Entonces, ahora que ya si pueden hacer otras cosas y bien cobradas, ¿por qué no se elimina esa pensión mientras tanto el recibidor de la misma pueda vivir de lo privado?

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  2. Uno de los principios que sustentan a la Justicia es el principio de proporcionalidad. Bajo este principio, es comprensible que un Juez sea recompensado por su trabajo mejor que un teleoperador, no ya porque el primero haya tenido que estudiar una carrera –bien puede haberlo hecho también el teleoperador-, sino por la especial dificultad y responsabilidad que el trabajo de un Juez requiere.

    Igualmente, podríamos comparar a Médicos con Enfermeros, o Ingenieros con dependientes. Pero, ¿qué ocurre cuando comparamos los sueldos de los políticos con los de aquellos trabajadores de mayor preparación y responsabilidad laboral?

    Según un estudio del salario medio de los médicos en España, realizado en 2004 por el Sindicato Médico de Granda, Simeg, el salario bruto anual máximo de un médico con plaza en propiedad y 50 horas de guardias es de 68573,02€, como médico especialista en un hospital, y como médico de atención primaria, en las mismas condiciones, es de 62509,54€, esto supone una media de 4681,52€/mes. Estamos hablando del salario más alto.

    Según el informe de la asociación profesional de la magistratura sobre las retribuciones de los miembros de la carrera judicial y la protección de la seguridad social de los jueces y magistrados, de 2008, un Juez percibe un sueldo medio bruto anual, a principio de su carrera, de 46.412€ al final de su carrera, 108.549€. Esto supone 3315,14€/mes al principio de su carrera, y de 7753€/mes al final de su carrera.

    Según el Boletín de Información del Instituto Nacional de Estadística (Cifras INE), en 2005, el salario anual de un licenciado universitario en España estaba en torno a los 2357€/mes y para los trabajadores sin estudios –se supone que universitarios-, la media queda en 922€/mes.

    ¿Cuál es el sueldo de un político en nuestro país? Los mejor remunerados, según la web de 20minutos (artículo publicado por D. Rojo y D. Fernández el 19 de mayo de 2010), son los diputados del parlamento vasco con una remuneración de 5472€/mes brutos. Los diputados nacionales vienen saliendo por 3996€/mes brutos.

    El salario medio de los diputados autonómicos, según dicha publicación, descontando a los diputados murcianos que no quisieron dar información, y los riojanos, es de 3880€/mes brutos. Se sigue en esta publicación que el salario medio de los españolitos de a pié, según EUROSTAT era de 1536€/mes brutos en 2008.

    Concluimos con la confirmación de la evidencia: el salario de un diputado, bien autonómico, bien nacional está en torno al salario más alto posible para un Médico, y por encima del salario que recibe un Juez de carrera al comenzar su actividad profesional. El salario de sus “señorías” es 1.7 veces superior a la media de un licenciado universitario, según los datos del INE en 2005, y 4.33 veces superior que la media de los salarios de los trabajadores sin estudios universitarios –también hay señorías sin estudios universitarios.

    ¿Principio de Proporcionalidad?... Sobre la justicia o no de esta situación, no haré comentario alguno, tan sólo un detalle: ¿Acaso en este país no hacen falta más médicos y jueces?

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  3. Saludos, este artículo expresa, aunque de forma poco seria (y es un asunto muy serio), la gran dicerencia entre la nueva aristocracia (patricios, nobles, políticos, iluminados... como se les quiera denominar) y el resto de los mortales, que cada vez se hace más evidente, ya que mientras ellos cada vez acumulan más privilegios y menos obligaciones, el pueblo acumula más obligaciones y menos privilegios, debemos acabar con esto, porque se están riendo en nuestra cara, y en las próximas elecciones no pienso colaborar en el gran engaño que es el voto en este país, donde te dan a elegir quién será tu dictador autoritario durante cuatro largos años. Un saludo.

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  4. Lo que realmente me sorprende es que esta gente sabe que lo sabemos, pero aún así no se les cae la cara de vergüenza. Hasta que llegue el día en que, esperemos, alguien vaya y se la parta, cosa que considero asunto urgente.

    De ahí tantos guardaespaldas para su "seguridad" (deberían decir integridad física), a los que pagan... ¿quiénes? Lo han adivinado: también nosotros.

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