sábado, 26 de marzo de 2011

Aceptar la realidad

Sociedad terminal. VI. Reconstrucción y regeneración
1.- Aceptar la realidad 

Javier Benegas
Resulta fascinante que lo que en un principio no era más que un proyecto de ingeniería social auspiciado por un determinado poder político, haya terminado convirtiéndose en una turbadora realidad. Pero aún más pavoroso resulta constatar el poco nivel de conciencia que de todo ello tenemos los ciudadanos. El imparable y creciente poder de las castas políticas ha degenerado en la perversión de la democracia y en el colapso del sistema económico con el sometimiento de las instituciones, de los medios de comunicación y del propio sector privado, transformando a nuestra sociedad en una serie de segmentos desdibujados, incapaces de articularse y relacionarse entre sí para poder garantizar su propia supervivencia.

Hoy día, imposibilitados para mantener un mínimo e imprescindible nivel de libertad evolutiva, es decir, de libre albedrío, estamos a merced del poder de la comunicación. Nuestros modelos a imitar no proceden de la cultura o de la lenta y laboriosa formación intelectual en nuestro entorno más cercano y familiar sino de una fraudulenta ingeniería social construida a base de pequeñas noticias, breves secuencias de imágenes y sonidos y consignas formadas por un número muy limitado de palabras. Vivimos en una era de bombardeo mediático incesante, donde la información se uniformiza sin que nos demos cuenta, y donde Internet al final no ha resultado ser un medio liberalizador sino un entorno más desde el que el poder político y sus aliados van copando idénticas posiciones a las que ya disfrutan en los medios convencionales.

"Una sociedad que llega a creer que la libertad es un valor adquirido, consagrado e incuestionable, es una sociedad en grave peligro"

En estos días no nos enfrentamos sólo a una insondable crisis económica, que sin duda pasará a ser un hito histórico, sino a una profunda crisis política que a devenido en la difusión e implantación de unos modelos sociales que, primero, condenan a la persona al fracaso individual y, finalmente, arrastran a la sociedad al desastre colectivo. Es más, la crisis política y de modelos sociales persistirá pese a cualquier indicador macroeconómico que en un momento dado augure la inminente salida de la crisis económica. Nuestra crisis social es ya endémica. Occidente vive desde hace ya un tiempo un proceso de decaimiento, y España, en particular, va unos cuantos pasos por delante, abriendo camino en dirección a un desastre que en cuestión de muy poco tiempo puede ser del todo irreversible.

Pero si algo bueno tienen las crisis económicas es que dan pie a rescatar debates fundamentales. Cuando las cosas en apariencia marchan, y en general el ciudadano está más preocupado por gastar que por preguntarse por el mañana, es predicar en el desierto querer abrir debates de profundo calado. Pero cuando el paro amenaza con introducirse en nuestras casas, el dinero empieza a escasear y la realidad se convierte en un problema muy cercano y acuciante imposible de soslayar, es el momento de tomar conciencia del punto exacto en el que nos encontramos y preguntarnos qué es lo que nos ha llevado hasta aquí. Cuando las crisis económicas entran en nuestro hogar por la puerta de entrada y no mediante la televisión, quedamos por un tiempo libres del hechizo y despertamos. Y las noticias periodísticas, los datos manipulados y las falsas teorías predictivas no logran ocultar la realidad. Es en estos momentos difíciles cuando debemos tener el valor de hacernos las preguntas correctas y no dar ningún ninguna credibilidad a las respuestas superficiales que rehuyen la cuestión de fondo, vengan de donde vengan.

La realidad es que nuestro sistema político necesita una urgente regeneración. Y la realidad es también que nosotros mismos necesitamos regenerarnos. Pese a todas las ficciones que la clase política ha querido que tomáramos como realidades indiscutibles, lo cierto es que nuestro mundo y nuestra forma de vida occidental nunca han dejado de estar amenazados. No hay ningún logro humano que pueda ser instaurado de forma definitiva e incuestionable. Todos los logros políticos, sociales y económicos son susceptibles de perderse en un momento histórico dado, para luego pasar a ser simples hitos a estudiar en los siglos venideros. Una sociedad que llega a creer que la libertad es un valor adquirido, consagrado e incuestionable, es una sociedad en grave peligro.

Hay que entender que los logros y avances no se sostendrán por sí mismos en lo sucesivo. Para ello, los mensajes de los políticos, más preocupados en no perder votos que en sumar voluntades, no pueden continuar siendo ni un día más consignas orientadas a dominar y adormecer las conciencias y a prolongar una actitud condescendiente y paternalista que manipula la realidad.

Como ciudadanos tenemos que asumir nuestra responsabilidad de forma individual. Y el primer paso es reconocer que, por acción u omisión, hemos consentido que nuestro sistema social y político degenerara hasta límites insoportables, articulando a lo sumo un concepto moral de culpa que nos ha dividido y enfrentado, imposibilitando cualquier debate racional, hasta llegar al punto de entender la acción política como algo exclusivamente al servicio de las emociones más pueriles y manipulables.

Es hora de asumir que los valores y principios no son conceptos novelescos pasados de moda. Son valiosísimas herramientas para construir y poder mantener una sociedad solvente y resistente a los retos que el futuro nos plantea. En lo que a la democracia occidental atañe, la honradez, el esfuerzo y la responsabilidad no son valores prescindibles superados por los modelos, las tendencias y las modas, sino justamente todo lo contrario: son valores imprescindibles e intemporales. Sin ellos las sociedad se desintegra y la democracia se tambalea.

Seamos sinceros. Nadie contrataría a un profesional para realizar un trabajo si pensara que es una persona irresponsable, vaga y corrupta. Una familia cualquiera no dejaría la reforma de su casa en manos de una empresa si tuviera la certeza de que es chapucera e injustificadamente cara. Ninguna compañía tendría en nómina a un empleado, y aún menos a un directivo, del que tuviera evidencias de deslealtad, irresponsabilidad y ausencia total de honradez. En definitiva: empecemos siendo honestos con nosotros mismos y reconozcamos que nadie, por propia voluntad, se pondría en las manos de profesionales, compañeros o amigos si estos fueran notoriamente inconsistentes.

Siendo así en lo que afecta al ámbito de nuestro interés particular, no tiene sentido desentendernos de lo público y consentir que, en nuestra representación social de conjunto, es decir: en los modelos sociales vigentes, la ausencia de valores sea un hecho comúnmente aceptado, y menos aún creer que ello no nos supondrá coste alguno.

Los resultados de esta ausencia de valores los estamos viendo y sufriendo ya. Ayuntamientos corrompidos que han contribuido decisivamente a la creación de una burbuja inmobiliaria que ha generado unos costes enormes por partida doble. Primero, por el precio desorbitado que han alcanzado las viviendas en pocos años, el terrible endeudamiento y el consiguiente crack inmobiliario. Y, segundo, porque ahora que la burbuja inmobiliaria ha explotado, esos mismos ayuntamientos acostumbrados a ingresar, derrochar y, en muchos casos, malversar enormes cantidades de dinero procedentes del ladrillo, van a elevar hasta límites insoportables la presión tributaria de sus ciudadanos. Policías locales que, en vez de velar por las normas de convivencia social, se han convertido en mafias y asociaciones de delincuentes que trafican, extorsionan y amenazan a comerciantes y vecinos. Un sistema educativo transformado en una gravosa factoría donde se producen decenas de miles de fracasos escolares al año. Jóvenes que crecen en un ambiente donde la autoridad, el esfuerzo y la responsabilidad no existen siquiera como conceptos. Empresarios codiciosos que han olvidado en qué consiste hacer empresa y se limitan a subsistir o enriquecerse a la sombra del poder. Políticos, cuya único interés es preservarse dentro de este modelo basado en el expolio y el despilfarro, mientras confunden a la sociedad con acciones cosméticas orientadas a mantener el engaño. Y por encima de todo este caos, una creencia irracional de que el Estado puede y debe suplantar nuestra responsabilidad individual para salvarnos de nosotros mismos.

En consecuencia, estamos atrapados en una sociedad terminal a la que los políticos y diversos colectivos, en su lucha por perpetuarse como castas unos y seguir viviendo de los presupuestos ambos, adjudican gratuitamente más y más Derechos sin hacer mención alguna a la otra parte de la ecuación que son los indispensables Deberes. Una sociedad que cada vez no hace más pobres.

De las crisis económicas se sale antes si se toman las medidas adecuadas, puede ser. Pero, en la actualidad, nos enfrentamos a algo más que una crisis económica: se trata de una crisis de Modelos Sociales. Y, si queremos sobrevivir sin renunciar al Estado de Bienestar y caer en las garras del populismo, necesitamos un más que urgente cambio de mentalidad y una inaplazable regeneración social, política y moral.

Capítulo anterior:

Sociedad terminal. III. Modelos sociales hacia el colapso

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12 comentarios:

  1. Se aprende a base de palos, no hay duda. La pregunta es: ¿quién aprende? Nosotros, los paganos. Hay una gentuza eliminable que ni sabe ni quiere saber, esa que sonríe en reuniones cuando en su país existen cinco millones de desempleados, la misma que piensa que mientras los estúpidos traguen con la falacia de acudir cada cuatro años a meter unos papelitos en una urna, seguirán siendo estúpidos, pero más aún.

    La gilipollez del electorado engañado a perpetuidad, la falacia de la falsa democracia, las dos Españas con su memoria histórica, la progresía anclada en el pasado ... Lo dijo Enrique de Diego: el socialismo es el problema.

    Con una diferencia actualizada: no importa si gobiernan socialistas o populares. La podredumbre política es de tal calibre que sólo cabe la revolución democrática.

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  2. La humanidad esta viviendo su quimioterapia, se esta librando del cáncer que se había convertido.

    La verdadera libertad no nace como un derecho subjetivo, si no como una forma de vida,cuando la gente viva en libertad aprenderá a valorarla, pero nunca la humanidad a sabido valorarla porque nunca ha tenido de algo parecido a ella.

    Un saludo y bonito blog.

    www.ejercitodelalibertad.blogspot.com

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  3. Javier, hay que privatizar,todo..Y dar ejemplo no es correcto que aquí escriban funcionarios,es un insulto a la dignidad de los creativos DE VERDAD.
    Hable contigo una vez,recuerda.
    Nuestro problema es que la mayoría de los políticos son escoria parásito funcionaria.Tenemos 10 veces mas que USA.

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  4. Estimado Anónimo, las personas que colaboran en esta iniciativa de comunicación abierta y participativa son, antes que nada, personas dignas y consistentes. Personas comprometidas e inquietas. Por otro lado, no se trata de estigmatizar a los funcionarios sino de devolver a la función pública su verdadero valor y, también, su dignidad. El problema no son los funcionarios sino el haber convertido las instituciones públicas en pesebres, especialmente en lo que se refiere a cargos que, debiendo ser técnicos, se han reconvertido a cargos políticos.

    Un saludo,
    J. Benegas

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  5. La gente en nuestro país está hipnotizada, no reacciona, se limita a bla, bla, bla, pero no toman conciencia de la realidad ni se preocupan por ver lo que nos rodea y lo peor, lo que se nos viene encima. Los jóvenes (y no tan jóvenes) serán quienes peor paguen el sistema en el que estamos metidos, no toman conciencia ni se preocupan mientras tengan fútbol, fiesta, botellón, telebasura y alguien que los mantengan. Una triste realidad.
    Dictadura que imponga DIGNIDAD, RESPETO, ORDEN Y LIMPIE NUESTRO PAÍS DE ZÁNGANOS Y CORRUPTOS? ¡¡¡ABOGO POR ESTO!!! y sin la menor duda, pues de otro modo, SEGURO! que no habrá Dios que meta en vereda a "nuestra" casta política, familiares, amigos y afines.
    Que suena muy fuerte lo de la dictadura? No se preocupen, UN AÑITO, ¡SOLO UN AÑITO BASTARÍA! PARA ESTA DESINFECCIÓN DE PARÁSITOS Y GENES DEL CÁNCER ESPAÑOL.
    Señores: España no entiende otro idioma y los miserables que nos gobiernan MENOS!! Confundimos democracia con libertinaje y muchos aplauden este último (desgraciadamente y nunca mejor dicho).
    Somos muy pocos los que razonamos y queremos una vida respetuosa y digna CONTRA TANTOS ZÁNGANOS, VENDIDOS, CORRUPTOS Y MISERABLES.
    Que estoy equivocado? Podría ser, pero otra solución con la gente que tenemos... ni soñándolo! Y si no, pensemos una cosa: la mayoría de nuestros "preocupados ciudadanos" van a las manifestaciones cuando les atañe particularmente, pero intentemos hacer una manifestación general (toda España) contra este sistema y pudredumbre que nos gobierna y veremos que si asiste un 10% (y lo dudo) sería un triunfo.
    Nada! Vayamos apagando la luz que los milagros no existen (o sí?)

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  6. Queridos amigos.
    Primero agradecer a Javier el que publique aquí su trabajo, que a mi realmente me impactó cuando lo leí por primera vez-
    El tema no es tan simple, por desgracia, como el opinar que el socialismo o los funcionarios son los culpables de todo.
    Estamos ante un fenómeno, más o menos globalizado, y especialmente dramático en España, en el cual los políticos se han ido adueñando de todo lo material e inmaterial de la sociedad, y si no reaccionamos nos encontraremos siendo los nuevos parias del siglo XXI.
    Entiendo que en LTO convergen profesionales en los cuales esta situación incide de manera especial, y tratan primero de que una mayoría de ciudadanos comprenda que sucede, antes de tomar determinaciones o actuaciones.
    Si no comprendemos bien que ocurre será difícil actuar correctamente.
    Entiendo que LTO dinamiza y muy bien estos temas. Pero 3 meses son aún muy poco. No se pueden pedir resultados precipitados.
    En mi modesta opinión se va por buen camino. Con un poco de paciencia veremos logros mayores.
    Feliz fin de semana a todos +D

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  7. Al anónimo de mas arriba,de un funcionario, orgulloso de serlo.
    La mayoría de los políticos no son funcionarios, no tienen la capacidad de esfuerzo y sacrificio, ni la capacidad intelectual suficiente para lograrlo.
    Es mas, tu coincides con ellos en el gran odio que nos tienen, ya que nosotros somos los únicos que les frenamos, con la ley y el Derecho que ellos no consiguen pervertir en la mano, (junto con los jueces, tambien funcionarios, por cierto) por eso les encanta desalojarnos de los puestos de decisión en las Administraciones, para colocar a sus amigos.
    Si no me crees, comprueba cuantos funcionarios son ministros en el Gobierno en este momento.

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  8. Soy funcionario, lo reconozco. Tras cursar una carrera en la Universidad por 5 años, en los que poco salí a divertirme pues no quería suspensos, invertí 3 años más de mi vida en hacer una oposición, estudiando noche y día y pagando una academia de preparación.
    Con 28 años entré en un Organismo de la Administración, donde trabajo intensamente de 8:30 a 15:30 y dos veces por semana hasta las 18:30
    Cobro netos 1.675 euros.
    El Jefe del Servicio, es un puesto de libre designación, ocupado por una persona sin título universitario, que goza de un nivel 30 y un complemento específico de 50 mil euros al año.
    Además de causar problemas y retrasos en todo el departamento, toma decisiones erróneas que cuestan bastante dinero al contribuyente.
    Ese elemento es el que sobra, y no el funcionario que te está dando un servicio aunque tu no lo aprecies

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  9. Ejercito de la libertad
    Yo creo que todos somos libres. La libertad no es un derecho, es un hecho que nos trasciende. El problema es que nos aterra la responsabilidad que esto nos acarrea, por lo que preferimos vivir en un estado de riesgo nulo. Para lograr esa especie de limbo terrenal, optamos (libremente) por delegar en otros nuestras decisiones a cambio de "un plato de lentejas". Por eso aceptamos que nos impongan normas absurdas, que formen a los hijos al margen de sus padres, que decidan por nosotros en qué inverten nuestros impuestos y aceptamos la injusticia y falta de sentido común manifiesta que rige nuestro sistema político y social. Todos, quien más quien menos es capaz de reconocer injusticias flagrantes y situaciones de ditirambo, sin atreverse ni tan siquiera a manifestarlo en voz alta.
    El hombre europeo actual parece preferir la servidumbre a la libertad, con tal de poder seguir comodamente sentado en el lado bueno del mundo con las espaldas bien cubiertas (a pesar de las recesiones).

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  10. En mi Facebook voy poniendo mucha información actual, a medida que va apareciendo.
    Alguien comentó recientemente que la gente no se movería, pero hoy ya han habido dos manifestaciones por distintos motivos.
    Todos los artículos en LTO van llegando poco a poco a la misma conclusión que vamos comentando, removiendo, mareando y tejiendo desde el principio: ya tenemos listas de más de 240 motivos para derocar a ZP, que alguien se ha molestado en anotar en Facebook.

    Hoy sábado, Intereconomía ha mostrado, ¡por fin! los videos de la rebelión en Islandia con explicación de lo que hizo el pueblo y acababa preguntando lo mismo que todos nosotros, ¿por qué los medios no lo han comentado? Pues porque están comprados, como los sindicatos, porque hay una pandemia de indecencia, inmoralidad y cobardía generalizada que planea sobre un pueblo anestesiado a base de dogmas, subvenciones, manipulación sistemática, maniobras de distracción, desvío de la atención, mentiras a cual más gorda, ocultación de información, desinformación por contra, telebasura, futbol, tabaco, drogas y alcohol, libertinaje, vandalismo, mala educación, pérdida de valores, separatismos y un largo etc que sería prolijo detallar ahora y que todos conocemos, salvo aquellos que siguen con el síndrome del avestruz.

    Os adjunto el pdf en español del libro de Stéphane Hessel ¡INDIGNEZ-VOUS! a ver si la gente que esté algo despierta lo lee, y si con esto no acaba de despertar del todo y pasa a la acción, es que, desgraciadamente, se está dando lo que dijo Nietzsche hace décadas: "El Hombre ha muerto."
    http://www.attacmadrid.org/wp/wp-content/uploads/Indignaos.pdf

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  11. Sorry, la frase "el Hombre ha muerto" fue de Foucault, porque si Nietzsche dijo "Dios ha muerto" es lógico que el hombre muera también.
    Lamento el lapsus, pero a esa hora no estaba yo como para muchas más luces...!!

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  12. ¡¡¡ Bravo, Javier !!!

    Se puede decir más alto, pero no más claro...

    Ya estamos en marcha, y esto ya no se puede parar.

    Tendremos seguro un nuevo país con una mejor Democracia... Es lo que queremos todos, así que el 15-V, ¡¡TODOS A LA CALLE, POR UNA REVOLUCION A LA ISLANDESA !!
    La voluntad popular someterá hasta al gran Capital (por la cuenta que les traerá la posibilidad de un ataque virtual global...)
    Saludos a todos los foreros.

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