Foro Diego Muñoz Torrero
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«El discurso no fue largo, pero sí sentencioso, elocuente y erudito. En un cuarto de hora Muñoz Torrero había lanzado a la faz de la nación el programa del nuevo gobierno, y la esencia de las nuevas ideas». Escribía Benito Pérez Galdós en su novela “Cádiz”, y continuaba: «Cuando la última palabra expiró de sus labios, y se sentó, recibiendo las felicitaciones y los aplausos de las tribunas, el siglo décimo octavo había concluido. El reloj de la Historia señaló con campanada, no por todos oída, su última hora (…)»
Lástima que en aquellas Cortes, las de la Tercera Constitución del Mundo, no hubiera aún taquígrafos para leer con detalle todas y cada una de las palabras pronunciadas de este Diputado por Extremadura, a quien el propio Galdós, describe en su novela como un clérigo sencillo y apacible, de ánimo sereno, talento claro, continente humilde y simpático (…).
Lo poco que sabemos de aquel
discurso, salvo que fueron las primeras palabras pronunciadas en las Cortes de
Cádiz, tras la elección de su Presidente y su Secretario, recién conocida la
renuncia de Fernando IV a la corona de España el 24 de septiembre de 1810, es
que el Diputado Muñoz Torrero reclamó elocuentemente la legitimidad de las
Cortes tantas veces puesta en duda,-incluso hoy-, para a continuación pasar a
enumerar una serie de principios que consideraba necesarios y urgentes aprobar:
la soberanía nacional, la separación de los tres poderes, la libertad de
imprenta, la abolición del Santo Oficio, la inviolabilidad de los diputados y
la nulidad de las abdicaciones de Bayona, entre otras. Escribía Galdós: jamás voz alguna fue oída con más respeto
(…).
No se puede
poner en duda la legitimidad de las Cortes de Cádiz, pues todos y cada uno de
sus miembros fueron elegidos por votación en cada una de las provincias del
territorio Español, ya que la invasión francesa se circunscribía principalmente
a las grandes ciudades y puntos más estratégicos, quedando fuera de ésta las
zonas rurales y pequeñas localidades –la mayoría en aquella época-. Pronto, de
forma espontánea y ante las felonías y abdicaciones, en el seno del pueblo
surge no sólo el patriotismo tantas veces ensalzado contra la invasión
extranjera, sino también un entusiasmo renovado
por la política que les lleva de forma autónoma y en principio
desorganizada a crear Juntas que tomaban los mandos de un poder abandonado.
Finalmente en Aranjuez, se crea una Junta Central (Junta de Legislación), que
se convierte en el Gobierno de facto, convoca a las Cortes de Cádiz, y se
encarga de organizar a través del resto de Juntas las diferentes votaciones
para elegir a los Diputados. Así, por ejemplo, en Cataluña –España ya, por aquel
entonces- se realizaron las votaciones a lo largo del mes de febrero de 1810.
Este
entusiasmos por la política, también transportaba el deseo de los –entonces-
súbditos por la libertad que representaba la ciudadanía –ironías del destino-
procedente de la revolución francesa; es decir, por renovar las Instituciones y
la forma de gobierno, depositando el poder en el pueblo y modernizando el
Estado. Toda una revolución palpitando en el corazón de los Españoles contra el
anterior Régimen, y que el Diputado Muñoz Torrero, supo oír y articular en su
discurso.
Finalmente,
fue otro Diputado Extremeño, Manuel Luján, el encargado de leer un borrador con
todas las propuestas de Muñoz Torrero, que fueron aprobadas por unanimidad de
las Cortes. Como bien decía Benito Pérez Galdós, aquel 24 de septiembre de 1810, el siglo décimo octavo hubo concluido.
Somos muchos
los que pensamos que el Discurso de Muñoz
Torrero está hoy más vivo que nunca. Los que creemos que tocan arrebato para que los ciudadanos
volvamos a entusiasmarnos por la política, exigiendo la renovación de aquel
discurso histórico, pues doscientos años más tarde, aún carecemos efectivamente
de muchos de los principios exigidos en él. La Soberanía Nacional, no puede
entenderse con una ley electoral que minusvalora los votos de unos ciudadanos
frente a los de otros, y con unos partidos políticos que representan a una
élite que los dirige ajenos no sólo a los ciudadanos, sino a sus propios afiliados,
estableciendo sistemas de selección basados en la complacencia de sus líderes
en lugar de la meritocracia, y utilizando métodos torticeros para controlar sus
asambleas. De igual modo, la Separación de Poderes, necesita de un Poder
Judicial independiente de intrusismos políticos, un Poder Ejecutivo que
responda de sus actuaciones ante los ciudadanos y un Legislativo que no se deje
someter al poder del establishment y de sus lobbies.
En definitiva,
somos muchos los que estamos esperando una voz reconocible por los ciudadanos
que enarbole una bandera común a todos, la de una reforma del Estado y sus
Instituciones que devuelva al pueblo la ilusión por un futuro colectivo,
alejado de la corrupción que corroe sus cimientos y de la vieja política.
Ilusión por una democracia de calidad que garantice la igualdad de todos los
españoles ante la Ley e independientemente de donde vivan. No necesitamos a
viejos partidos, luchando por un poder que ya se les escapa de entre sus manos,
ni nuevos con mohín de viejos, ni populismos que buscan la legitimación en la
calle y hurtar así el poder de las urnas: el de la representatividad. Pues nada de lo que aquí se antoja necesario, cabe fuera de la Constitución.
Ni siquiera su profunda reforma.
Son estos
asuntos, y muchos otros, como la reforma necesaria del sistema autonómico, los
que creemos deben ser debatidos por los ciudadanos para caminar hacia una
España Ilusionante, renovada por un nuevo discurso, el de la nueva política en
contraposición a la vieja. Por ello algunas personas, hemos tomado la decisión,
y creemos oportuna, de establecer un foro físico de opinión, independiente de afiliaciones políticas
y de otras naturalezas, bajo la denominación de Foro Librepensador Diego Muñoz Torrero, cuya constitución tendrá
lugar próximamente, y que en reconocimiento a este Diputado Extremeño, queremos
tenga su sede en el Hogar Extremeño de
Madrid –situado en la madrileña calle de Gran Vía, 59-, con quienes hay ya establecidas
conversaciones para tal fin.
Los promotores de
este Foro, consideramos que es el momento de pasar del hartazgo generalizado de
la sociedad civil por las viejas políticas del establishment y sus lobbies,
hacia al ILUSIÓN por
una nueva política que conduzca a España a tener una Democracia más
representativa, alejada de la corrupción y los intereses creados y más próxima
a sus verdaderos soberanos: el pueblo español.
Queremos Entusiasmar a los Ciudadanos con una Nueva Política, creada por iniciativa de ellos mismos,
y que nos conduzca a la RENOVACIÓN de
las Instituciones y a la IGUALDAD de
todos los ciudadanos -sin excepción- ante la Ley e independientemente de donde
vivan.
Por ese motivo, este Foro, quiere profundizar y
debatir entre todos sobre las medidas necesarias para alcanzar tal fin,
como una Ley Electoral Justa, la Separación de Poderes efectiva, una
Ley de Partidos que los haga más democráticos en sus organizaciones y más
dependientes de los ciudadanos, y una Revisión del modelo de Estado y de las
Autonomías.
Consideramos que si las Élites que controlan los
Partidos Políticos, hacen oídos sordos a sus propios afiliados, ejecutando
diferentes artimañas para anular su representatividad dentro de sus
propias organizaciones, ¿cómo se puede esperar que representen realmente
los intereses de los Ciudadanos?
Ésta es la razón
que nos une a este Foro, RENOVAR la ILUSIÓN por la política de los Ciudadanos,
a través de un símbolo, el Diputado de las Cortes de Cádiz, D. Diego Muñoz
Torrero, quien el 24 de septiembre de 1810 fue capaz de canalizar en el
primer discurso de esas Cortes, el
entusiasmo del pueblo español por la renovación de sus Instituciones y la Modernización
del Estado.
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