miércoles, 23 de febrero de 2011

Debates sobre la Ley Electoral (III). El camino a la Partitocracia

Juan Manuel Blanco
A primera vista, el sistema electoral español, basado en el voto a listas electorales cerradas parece cómodo y sencillo para el votante. Basta con escoger un partido e introducir su papeleta. Pero este simple mecanismo, junto con algunos otros elementos, ha contribuido a desdibujar casi todos los mecanismos de control del poder que deben caracterizar a un régimen democrático, conduciendo a un grave deterioro de nuestro sistema político.

Como consecuencia, hemos asistido, ante la pasividad general, al desvanecimiento de la necesaria separación de poderes entre Ejecutivo y Legislativo, a un funcionamiento meramente formal del Parlamento, que ha quedado vacío de contenido, a la desaparición del principio de representación y exigencia de responsabilidades a los elegidos por parte de los electores, a la perversión de los sistemas de selección de los políticos y a la concentración del poder en las cúpulas de los partidos hasta alcanzar, con sus largos tentáculos, el control de casi todos los Órganos del Estado. Es lo que se conoce como Partitocracia.

El ciudadano no vota directamente a su representante sino a una lista elaborada por la dirección del partido. Por tanto, el diputado individual no debe su escaño a sus electores sino a sus jefes, que le conceden el privilegio de ir en la lista. Esto rompe el principio de representación y la relación directa entre elector y elegido. El control que pueden ejercer los ciudadanos hacia su representante desaparece, entre otras cosas porque nadie sabe quien le representa en el Parlamento (sea éste nacional, autonómico o, incluso, un ayuntamiento). Dicho de otro modo: los diputados no representan a sus votantes ni, por supuesto, “la soberanía popular” sino a la cúpula de su partido, de la que reciben las instrucciones de voto.

El parlamentario individual no puede actuar con criterio propio, convirtiéndose así en una máquina de pulsar el botón que le ordenan. Si votase en conciencia sería apartado y, en las siguientes elecciones, excluido de la lista. Así, el Congreso en sí mismo no decide absolutamente nada, limitándose a reflejar aquello que disponen las direcciones de los partidos y trasladan a la Cámara a través de la disciplina de voto. La Separación de Poderes desaparece y el Legislativo deja de cumplir, en la práctica, las tres funciones que tendría encomendadas: ni controla al Ejecutivo, ni elabora las leyes ni ejerce la representación de los ciudadanos.

Las leyes no las decide realmente el Parlamento sino el Ejecutivo, para luego instar un voto favorable a los diputados que tiene bajo sus órdenes. Cuando el partido del gobierno carece de mayoría, la costumbre es comprar a las cúpulas de otros partidos minoritarios los votos que faltan a cambio de ventajas o gratificaciones, a cargo del contribuyente. También es explicable que los debates parlamentarios carezcan casi por completo de argumentos ya que no hay que convencer a nadie: todos actúan por disciplina de voto y el resultado final se negocia previamente en otras instancias. Visto con cierto humor, podríamos ahorrarnos un buen presupuesto si sólo participase en el Congreso un representante por cada partido, cada uno con el número de votos que corresponde a sus escaños. El resultado final sería el mismo.

Dado que los miembros de importantes órganos de decisión del Estado (Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial y otros) son “nombrados” por el Parlamento, el problema descrito se extiende por gran parte de las Instituciones: los partidos se ponen de acuerdo para repartirse los nombramientos por cuotas. Así, por ejemplo, resulta bastante lamentable que los miembros del Tribunal Constitucional se encuentren encuadrados en un “sector progresista” o un “sector conservador”, términos eufemísticos que utiliza la prensa para clasificar a los miembros del Alto Tribunal según el partido político que los ha nombrado. Y no resulta muy difícil prever, con poco margen de error, cual va a ser el voto de cada uno, conociendo cual fue el partido que lo propuso. Así, la partitocracia acaba vaciando de contenido una buena parte de los órganos del Estado porque las decisiones que estas instituciones parecen “tomar” formalmente, en realidad ya se han adoptado previamente en otros ámbitos: en la dirección de las formaciones políticas.

Todo este modelo, junto con la falta de democracia interna en los partidos y unos sistemas de financiación (tanto legales como ilegales) que favorecen a las formaciones ya asentadas e impiden la entrada de otras nuevas, crea una enorme concentración del poder en unos pocos dirigentes. El Estado queda dominado por unas estructuras partidarias sin control interno y un control democrático externo demasiado débil. Como consecuencia, la corrupción y la arbitrariedad tienden a generalizarse sin que existan mecanismos eficaces para poner freno. Los gobernantes tienden a burlar las leyes o las hacen a su medida para preservar el poder y sus privilegios, intentando controlar y dominar al poder judicial.

El mecanismo del voto podría posibilitar al ciudadano discriminar entre personas, eligiendo para representarle y gestionar lo público a aquellas que considera son más capaces y honradas, evitando, en la medida de lo posible, que ejerzan el poder individuos con reputación o perfiles dudosos. Pero el sistema de listas cerradas no permite al elector discriminar las cualidades de cada candidato individual ya que se ve obligado a votar un paquete elaborado por los partidos.

Como consecuencia adicional, el voto a listas de partidos, y no a personas, tiende a favorecer un voto más impulsivo y menos reflexivo ya que en las campañas electorales tienden a estar dominadas por imágenes, símbolos o eslóganes sencillos.

Junto con la democratización interna de los partidos, el cambio de sistema electoral constituye una de las reformas más urgentes de la democracia en España. Existen unos cuantos esquemas alternativos al de las listas cerradas, que deberían ser considerados en el futuro, si bien su discusión y comparación formal sobrepasa los objetivos de este artículo.

Sin embargo, debemos ser conscientes de que no hay sistema electoral perfecto. Hace más de medio siglo, Kenneth Arrow, que posteriormente recibiría el Nobel de Economía, demostraba su famoso teorema de imposibilidad : no hay método de votación que sea capaz de decidir con unas propiedades óptimas. Dicho de otro modo, no es posible agregar las preferencias individuales para asignar al cuerpo electoral, en su conjunto, unas preferencias que mantengan la coherencia que presentan las individuales.

No obstante, aunque todos los sistemas tengan algún defecto, una buena reforma electoral podría mejorar sustancialmente nuestra política y nuestras vidas, siempre que exista claridad en las metas que se persiguen. En mi opinión, la reforma debe perseguir los siguientes objetivos:

a) Fomentar la representación directa, de modo que cada elector sepa quién es su representante y pueda exigir cuentas de su actuación.

b) Procurar en mayor medida el voto a personas, y no tanto a partidos, obligando a los candidatos a presentarse individualmente ante los electores con exposición, no sólo de su programa, sino también de su cualificación profesional, experiencia y cualidades personales para que el votante pueda discriminar estas características.

c) Potenciar la autonomía del político individual, concediendole más libertad para votar siguiendo sus propios criterios y los intereses de sus votantes.

d) Favorecer la separación de poderes entre Ejecutivo y Legislativo, permitiendo unos Parlamentos (nacional, autonómicos o ayuntamientos) con mucha mayor autonomía de las direcciones de los partidos.

e) Reducir la concentración de poder en las direcciones de los partidos, favoreciendo el carácter independiente de ciertas instituciones del Estado y, por supuesto, del poder judicial.

Es muy posible, además, que un mejor sistema electoral propicie una actitud más activa y responsable en un sector del electorado, una mayor inclinación a informarse sobre lo que ofrecen las diversas opciones y, en definitiva, un voto más argumentado y meditado.

No olvidemos que, para poder cambiar el estado de cosas, primero hay que saber hacia dónde queremos ir.


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10 comentarios:

  1. Estamos atrapados a los pis de los CANALLAS..Por FAVOR

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  2. Creo que ya es hora que los comentaristas nos pronunciemos sobre las propuestas que hacemos y nos hacen los articulistas, mediante encuestas, p.ej., para que los editorialistas definan la acción de LA TERCERA OLA y pasemos a la acción.

    Mis posturas básicas, por ahora, son:
    1.- Recuperar mi libertad de elección. Solamente tengo un voto cada cuatro años y quiero poder prestatarlo a quien yo piense que puede defender mejor mis ideas y a quien yo pueda exigirle y reclamarle sus incumplimientos electorales. Es decir LISTAS ABIERTAS.

    2.- Ocupar exclusivamente los escaños, concejalías, etc. correspondientes a los votos válidos escrutados, dejando libres los correspondientes a votos blancos, nulos y la abstención, que no han querido decantarse por ningún candidato o partido. Ahorraríamos bastantes gastos en salarios y prebendas. En las últimas catalanas hubiera supuesto 57 diputats menos de los 135 que hay.

    Sres. Benegas, Blanco, etc., Vds. tienen la palabra.

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  3. ¡REFORMA DE LA LEY ELECTORAL YA!

    Esto hay que ponerlo en todos los comentarios, foros, debates, web, etc... etc...
    para que vaya calando entre los politicos.

    Sldos.

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  4. Estoy pendiente de todo lo que se publica en la tercera ola desde su inicio.
    Casi siempre muy de acuerdo con todo lo que se revindica. La sensación que me da despues de tanto tiempo, es que siempre damos vueltas yvueltas sobre lo mismo, y no pasamos a la acción que es lo que realmente hay que hacer.
    Pienso que desde esta plataforma, se podría coordinar una serie de acciones, que no sea un fuego de virutas, que es lo que se consigue lamentandose, aun que sea con escritos muy brillantes.
    PASAR A LA ACCION. (Por ejemplo)
    Me he dado una vuelta por la web del Congreso, y veo que allí hay la dirección electrónica de todos los diputados.
    Si la tercera ola pudiera publicarlas todas juntas, todos podríamos inundar el congreso con miles de correos que dijeran: ¡EXIGIMOS UN CAMBIO DE LA LEY ELECTORAL YA!
    Siguiendo la línea de la ACCIÓN, creo que se conseguiría algo.
    Claro está, siempre que hubiera alguien que tire del carro.

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  5. Saludos!! genial artículo, ya van tomando forma las soluciones y propuestas necesarias para acabar con el Régimen establecido, lamentablemente, al estar concentrado todo el poder en sus manos, es difícil que tengan en cuenta cualquier medio para conseguirlo, sean manifestaciones (costumbre muy española), recogida de firmas (un desperdicio de papel para los bosques) o peticiones a los políticos (si además de no obtener rédito político, se limita su poder, harán oídos sordos), la única forma de conseguirlo es donde les duele, que es en los medios de comunicación, si estas ideas no aparecen en la tele o en los periódicos, ellos no lo tienen en cuenta, por mucha razón que llevemos. Un saludo.

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  6. Bien, voy viendo que cada vez somos más diciendo lo mismo que yo vengo escribiendo aqui desde el principio: ACCION, COORDINACION, CONSIGNAS, PLANES CONCRETOS Y DEFINIR QUIEN HACE QUE.
    Me apunto a todas las ideas concretas y específicas que se aporten y que estudiariamos en comité.
    Yo he aportado también muchas desde que incié mi colaboración aqui y muchos ya me conocen por lo mismo, pero mientras aqui estamos hablando, por ahi ya están actuando. De hecho, ayer puse un video del Partido Pirata, que haciéndome caso, ya se ha unido con los del voto en blanco, el partido de las libertades individuales y no sé quienes más.
    Ayer estuve con los de HazteOir, pero ellos no son un partido politico (creo que están financiados por el OPUS...) pero en fin, algo están haciendo en contra de ZP y su circo.
    Emails: es lo mejor que podemos hacer. Sugerir contenidos o cada uno de nosotros los inunde por su cuenta.
    Informáticos: seguro que alguien conoce a informáticos y/o "hackers" que sepan como inundar de forma fácil a los diputados, sin que les llegue como spam para no perder tiempo y hacer las cosas bien hechas.
    Lo mismo enviarlo a El Confidencial, Intereconomía, Veo7, etc., seguro que alguien tiene algún contacto o que conoce a alguien... etc. ¡Venga, muchachos, a moverse! Menos hablar y más actuar.

    He visto que aqui ha desaparecido la sección del Foro o al menos la pestaña que había, donde habíamos empezado también a presentarnos. ¿Donde podemos ver todos los comentarios de cada uno que hemos ido escribiendo? porque de ahi se puede sacar un buen resumen, para no tener que estar repitiendo siempre lo mismo. Ya sabemos todos lo que queremos.
    Ahora hay que darle forma para que todos digamos lo mismo y demos la sensación de que somos muchos y empecemos a tener un peso específico en los medios.
    Bien, ¿esperamos instrucciones? o empezamos cada cual como le de la gana?
    Propuesta: reunirnos todos para conocernos fisicamente, tener una primera reuniòn que me ofrezco a coordinar si queréis y según donde vivamos, podemos ir teniendo reuniones cada vez en un sitio (Madrid, Valencia, etc.) para ir aportando ideas, tomando decisiones y comentando resultados.
    De momento, también se puede hacer virtualmente a través de skype o las video-salas que existen gratuitas, aunque lo mejor es siempre cara a cara.
    Espero confirmación; repito mi teléfono: 963619516 y mi email: inma.capo@gmail.com
    Saludos a todos.

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  7. Estoy con INMA menos hablar y mas hacer,el conocerse vendria bien porque puede haber algun infiltrado que seguro los hay
    Todo lo dicho en el comentario ya lo sabemos sr.Blanco,lo bueno es que si se forma un grupo que tire adelante seria mejor hacer un decalogo no solo con la ley electoral sino con aquellos puntos basicos necesarios para que este pais funcione y para mi son los siguientes
    1ºCambio de la constitucion
    2ºcambio ley electoral
    3ºley de partidos y sindicatos(no a la financiacion,democracia interna etc...)
    4ºSeparacion de los tres poderes
    5ºreforma del sistema educativo
    6ºresponsabilidad civil para politicos, partidos,ayuntamientos etc..
    7ºleyes para la iniciativa popular autentica y sencilla etc...
    8ºLimitacion de las autonomias en todos los aspectos
    9ºfuera privilegios a territorios, politicos,etc.
    10ºDesarrollar leyes modernas y llenar de contenido la futura constitucion, no como ahora...
    Este es mi decalogo para empezar, de cada uno de los apartados se puede montar mil debates pero lo importante es que en los programas electorales como minimo se diga algo de esto
    Despues, hay que tener cuidado con que no nos engañen porque pueden decir de cambiar la ley electoral y solo nos cambien las listas en los aspirantes a alcaldes etc.
    Hay que actuar pero con cabeza para que no crean los politicos que vamos de broma y sobre todo tener buenos asesores sin animo de lucro...
    Hay asesores que dicen de recoger firmas para cambiar las leyes y esas leyes no se pueden cambiar por ese camino ya que hay que cambiar otras cosas antes........salud

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  8. Esto funciona, Sí Señor!!! El jaleillo aumenta sin cesar y a toda máquina! Vamos, vamos, que no decaiga. Leña a la caldera!

    Un tanto bastante diversas y dispersas las opiniones, pienso yo, pero ello no es malo. Ya las clarificará y pondrá alguien en orden. Cuando dos españoles se juntan, ya se sabe, ¡¡¡DOS OPINIONES!!!, y si aumentamos la cifra de españoles, pues eso, lo que Vdes. están pensando. Pero, en fin, en los momentos actuales y tal como están la cosas, lo importante, en mi opinión, no son las divergencias en el enfoque sino lo común del empeño en reformarlas, en regenerarlas.

    Para no cansar al personal, me reitero en mi propuesta de ayer: Que los Editores, miembros del Consejo Editorial -todos ellos grandes y preclaras cabezas-, con la ayuda, si la precisan, de quien/es consideren oportuno, se pongan manos a la obra y preparen y redacten el proyecto, estableciendo el necesario contacto con otras organizaciones similares, para crear, ultimar y llevar a cabo el vasto plan que muchos pretendemos. Este es mi reto y mi ruego que, amistosa y fraternalmente, les planteo.

    Que el cielo nos/les amapre. Saludos, Miguel.

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  9. Con las listas electorales cerradas, estamos dando el poder de un partido politico al jefe de ese partido, eso no es democracia, eso es dictadura, entonces que esperamos del dirigente que salga elegido, esta claro, sera un dictador.
    Exijamos reforma de la ley electoral. DEMOCRACIA SIN CULTURA IGUAL A DICTADURA.

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  10. Muy buen artículo, pero ¿cómo se arregla este desaguisado? No serán los beneficiados por esas nefastas leyes q nos hemos dado, los q las cambien! España está en un callejón y me temo q no tiene salida!

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