miércoles, 22 de octubre de 2014

Conmoción en la red clientelar

Juan Manuel Blanco [en Vozpopuli.com]
El culebrón de Nicolás, ese joven que se colaba en cada acontecimiento político y social, moldea una historia repleta de aristas, quizá alguna morbosa. Caso contrario no alcanzaría tan amplia difusión en los medios. Pero hay un elemento que se me antoja altamente ilustrativo, fiel reflejo de la naturaleza del poder en España: para engatusar a los incautos, al protagonista le bastaba mencionar su relación con altos cargos, alardear de conocimiento o amistad, real o fingida, con destacadas personalidades. Por lo visto, una comida con el ministro, la cercanía al subsecretario o llamadas frecuentes del presidente, son elementos que componen un deslumbrante señuelo, forjan el infalible anzuelo donde pica una legión entera. Una mágica varita que procura todo tipo de ayudas y facilidades, franquea la entrada en muchos círculos y atrae una copiosa lluvia de regalos o dinero.

El número de parroquianos que rodea a un personaje depende mucho menos de su simpatía o ingenio que del cargo que ocupa
Resultan chocantes las tremendas molestias que se toman algunos para obtener contactos con el poder, para entrar en determinados ambientes, tan restringidos como informales, aunque sea de manera efímera. En ciertas recepciones, el número de parroquianos que rodea a un personaje depende mucho menos de su simpatía, o ingenio, que del cargo que ocupa. Y la amplitud de las sonrisas es directamente proporcional a la altura del escalafón ¿A qué se debe tan arraigada tendencia a hacer la pelota descaradamente a los altos cargos? ¿De dónde proviene esa absurda y vergonzante sumisión al poder, esa pleitesía a la autoridad?
En España no existe un sano respeto al poder político, quizá porque no lo merece. Se transita, sin solución de continuidad, desde el halago, la lisonja, la aplicación de jabón por toneladas, al ataque despiadado, al insulto. Y la explicación hay que buscarla en la flagrante contradicción entre legalidad y realidad, ese violenta colisión entre teoría y práctica, entre lo que señala el derecho y lo que llevan a cabo los gobernantes en la trastienda. Es la esquizofrenia de un sistema que se guía formalmente por el imperio de la ley pero que, en la praxis, abre enormes espacios al intercambio de favores, a la arbitrariedad.
En un sistema legal-racional, la amistad con un gobernante nunca rebasará el ámbito privado, ni podrá generar favor o asignación de puesto
Autoridad legal-racional... sobre el papel
En su famosa conferencia La política como vocación (1919)Max Weber exponía las distintas fuentes de legitimidad del poder, contraponiendo la autoridad tradicional, de base consuetudinaria, esa que ejercían jefes de tribu o monarcas medievales, con la autoridad legal-racional, una creación del Estado moderno. El pensador alemán apuntaba una diferencia crucial entre ambas: mientras la primera se basa un vínculo personal entre jefe y vasallo, la segunda se fundamenta en relaciones impersonales. En este sistema legal-racional, la posición no depende de la persona: está determinada por las leyes. Y la selección para ocupar puestos en la burocracia se ejecuta con criterios meritocráticos. No hay nada personal. Una amistad con cualquier gobernante nunca rebasará el ámbito privado, ni podrá generar favor o asignación de puesto. Ni la enemistad acarrará perjuicio alguno. En este esquema, las relaciones personales quedan excluidas del marco institucional. Ni favor ni quebranto: el Estado actúa de forma neutral.
Si nuestro régimen se ajustase perfectamente a este tipo ideal, cualquier mequetrefe presumiendo de mantener una conversación diaria con Mariano Rajoy, o con algún ministro todavía más insulso y aburrido, difícilmente sería objeto de admiración o envidia. Más bien de lástima y compasión, ¡menuda cruz te ha caído, chaval! Pocos encontrarían atractivo en unos contactos que no aportan ventaja o privilegio. Y nadie pagaría por aprovecharlos.
Pero la complejidad del mundo real empuja esta aseveración hacia un terreno fronterizo con la ficción
Si atendemos a la letra de las leyes, nos encontramos en un Estado de derecho, en el moderno sistema legal-racional. Pero la complejidad del mundo real empuja esta aseveración hacia un terreno fronterizo con la ficción. La degeneración del Estado, su captura por grupos interesados, abrió las puertas de par en par al clientelismo, al intercambio de favores. Penetraron a raudales elementos típicos de la autoridad tradicional, como los privilegios o las relaciones personalistas. Y regresó la idea del Estado como patrimonio semiprivado, una confusión entre administración y propiedadentre lo público y lo privado, que animó a los partidos, y a sus dirigentes, a saquear el presupuesto. 
Ha vuelto la España de Galdós
El resultado final es el retorno a esa España del enchufe y la recomendación, retratada magistralmente por Benito Pérez Galdós. Una tropa de zascandiles recorriendo distinguidos salones, buscando un puesto, o un ascenso, a cambio de fidelidad, de lealtad ciega. O comprando un privilegio en un entorno que valora mucho más el contacto, la relación personal, que la valía profesional. Lo que cuenta no es lo que conoces sino a quien conoces.  Así, el político coloca a los cercanos, a los fieles, no para prestar mejor servicio al ciudadano, sino como favor que debe ser correspondido. El nombramiento de Blesa o Rato en Caja Madrid, u otros personajes de semejante o peor ralea en otras cajas, respondería a este lamentable esquema. También la arraigada costumbre de filtrar ciertas informaciones exclusivas a los periodistas fieles, a cambio de buen trato en el medio. Al amigo todo, al enemigo nada y al indiferente... la legislación vigente.
Allí donde abunde el clientelismo y prolifere la arbitrariedad dominará el temor, la sumisión al poder o el rechazo al gobernante
No sorprende que cualquier chisgarabís, capaz de convencer de que mantiene relación estrecha con las más altas esferas, pueda levantar admiración y ser agasajado, invitado a compartir tan jugosos contactos para comprar favores. Pero los aduladores no siempre alcanzan las anheladas gracias y prebendas. Y es entonces cuando el peloteo se transforma en cabreo supino y descalificación. ¿Qué justificación tiene una autoridad que no satisface mis deseos?
Allí donde abunde el clientelismo y prolifere la arbitrariedad dominará el temor, la sumisión al poder o el rechazo al gobernante. Difícilmente el respeto a la autoridad. Y los puestos de responsabilidad rebosarán de incompetentes cercanos a los gobernantes. Aún con su amplia y diversa colección de granujas, ineptos y aprovechados, las cajas de ahorros distan de ser un caso aislado. Muchas personas se ejercitarán en las pícaras lides de la relación personal, y la búsqueda de contactos, como un camino despejado para colmar sus aspiraciones vitales. Existen pocos incentivos a adquirir una formación sólida allí donde apenas se valora el mérito y el esfuerzo.  
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3 comentarios:

  1. El caso del pequeño Nicolás es un caso que para la psicología es muy interesante, aunque por suerte, no es ni de lejos nada nuevo, ni siquiera infrecuente, aunque por toda la parafernalia que rodea al caso, todo parece muy exacerbado, pero clínicamente es un perfil que se conoce desde hace muchos años como PSICOPATÍA DE FACTOR 1, MANIPULADOR, cuyos criterios diagnósticos los describió un psicólogo de gran prestigio y autoridad en la materia, Robert D. Hare, como son los siguientes:

    - FACILIDAD DE PALABRA/ENCANTO SUPERFICIAL: Personajes que tienen el don de la palabra, encantadores de serpientes, saben decir en cada momento lo que los demás quieren escuchar, tienen capacidad camaleónica para hacerse pasar por lo que necesitan en cada caso.

    - SENTIDO DESMESURADO DE LA AUTOVALÍA: Normalmente las personas tenemos una cosa que se llama autoestima, autoconcepto, pero lo de estos señores, es algo totalmente exacerbado, se creen capaces de todo, no tienen escrúpulos en hacerse pasar por profesionales de distintas materias, pero además aparentar ser profesionales de verdad, no se arrugan con nada, no se esconden de nada,.... el problema es cuando alguien que conoce bien la materia intenta escudriñar en ellos, y aparece que detrás no hay más que fachada, pero para los neófitos, son personas admirables, a veces idolatradas.

    -MENTIROSO PATOLÓGICO: Mienten en prácticamente todo, hasta el punto que hasta ellos mismos no saben a veces quién son realmente. Manipulan su biografía, manipulan su currículum, aseguran tener estudios que no tienen, hacen de cosas corrientes acontecimientos casi históricos para darse importancia, manipulan la realidad y convierten los fracasos en hitos en su biografía, manipulan su estilo de vida para dar apariencia de ser exitosos,..... detrás no hay más que mediocridad y fachada, pero nunca nadie llegar a conocerlos realmente

    - ESTAFADOR/MANIPULADOR: Una vez detectados, lo que aparece es un largo reguero de estafas, chanchullos, fraudes, intentos de lucrarse a costa de los demás, su biografía real aparece plagada de intentos, y a veces logros, de lucrarse a costa de la ingenuidad de la gente, con negocios quasi-ilegales, tipo estafas piramidales, aprovechando su imagen de profesionales y líderes para lucrarse a costa de la confianza de la gente en ellos.

    - AUSENCIA DE REMORDIMIENTO O CULPA: Lógicamente, esto lo hacen sin temblores, sin miedos, sin remordimientos de ningún tipo, les importa un pimiento si hay personas que se sienten defraudadas, estafadas o pierden su dinero

    - AFECTO SUPERFICIAL: Se aprovechan de su don de lenguas para transmitir la sensación de afecto, de interés, de ayuda, de apoyo,... pero en realidad no es más que una estrategia para ganarse su favor,... pero al final, lo que interesa es pasar por caja, sí o sí, y si no es el caso, se acabó el afecto.

    - INSENSIBILIDAD AFECTIVA: Les da igual hacer daño, les da igual caer en contradicciones, les da igual que los pillen mintiendo,... siempre tienen un salvoconducto, siempre tienen un cabeza de turco, siempre saben cómo salir de la situación

    - INCAPACIDAD PARA ACEPTAR LA RESPONSABILIDAD DE SUS ACCIONES: Es lo que explica su altísima reincidencia, que nunca aceptan haberse equivocado, haber hecho daño.... siempre llevan razón, nunca aceptan haber cometido un delito, y por supuesto, en cuanto tienen oportunidad, la vuelven a liar

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  2. ...continuación del anterior comentario....


    Estos psicópatas manipuladores son muy peligrosos porque son parásitos de la sociedad, se inmiscuyen, se camuflan, se mimetizan y viven a costa de la sociedad, y sobre todo, cuando los pillamos, dejan en evidencia las vulnerabilidades de la sociedad en la que vivimos. En este artículo se habla de que con el caso Nicolás, se pone en evidencia que en nuestra sociedad, vale más de quién eres amigo que quien eres realmente. Ese es el gran peligro de estos psicópatas manipuladores, que menoscaban y deterioran la sociedad, porque se aprovechan de la confianza de la gente, de la buena fe, de las buenas intenciones, y además, se aprovechan de limitaciones legales, como la Ley de Protección de Datos, que impide que por ejemplo, yo pueda comprobar si mi médico es realmente médico, si no es poniendo una demanda judicial. Ellos lo saben, y se aprovechan haciéndose pasar por profesionales titulados, o utilizan títulos inexistentes, de manera que la gente tiende a confiar en ellos, y no sospechan que puede ser todo mentira

    ¿Cómo podemos defendernos de éstos psicópatas manipuladores? No hay terapia, no hay tratamiento farmacológico, lo único que demuestra efectividad por la minimización de daños y porque los propios psicópatas reducen su delictividad, es la detección precoz, cuanto antes detectemos un psicópata, antes nos protegeremos de él, antes levantaremos sus cartas, de manera que tienen mucho más difícil aprovecharse de la sociedad, porque todos estamos advertidos

    Lo mejor que podemos hacer por un psicópata y por nosotros mismos, es que en cuanto sospechamos algo, denunciarlo, y que se destapen sus cartas lo antes posibles. Cuanto antes lo hagamos, evitamos más víctimas y que su delictividad siga aumentando

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  3. el PELOTEO opusino franquistilla.


    ESTO ES TODO POST-FRANQUISMO sureñoCATOLICON degenerado sin remedio.

    Esto es todo una borbonatada valleinclanesca posmoderna masonil.

    HOJAS DE RECLAMACIONES a paco1 jesuitas y su puerquito GIl Tamayete y al osete de oro...

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