En los últimos meses vienen
sucediéndose diversos artículos –alguno de ellos de mis compañeros de LTO-
donde se recuerda el llamado “error Berenguer”. Decía el insigne autor del
artículo publicado en “El Sol” un 15 de noviembre de 1930, D. José Ortega y
Gasset, que probablemente en los libros de historia del futuro se encontrará
algún capítulo con el mismo título que su artículo. Cuántas veces a lo largo de
nuestra vida habremos oído aquello de “hay
que conocer la historia para no repetirla”. Tal vez por esto, para no
volver a repetir la historia, D. José Ortega y Gasset tenía la esperanza de que
se recordara su artículo. Pero, por desgracia, mucho me temo que no hemos hecho
nuestros deberes.
Es difícil marcar una fecha de
inicio para el sistema partitocrático
en el que vivimos -y hoy se desmorona-. Quizá habría que referirse al año 1992,
concretamente a la firma del segundo gran pacto autonómico –firmas de Aznar y
González- y la transferencia de 32 nuevas competencias para las Comunidades
Autónomas que pretendía igualar a las regiones históricas con las de vía lenta.
Aquí comienza el reparto del poder y la confirmación del establishment que se irá asentando en los años sucesivos
hasta nuestros días. Desde entonces, y
tal vez desde la llegada al poder del PP en 1996 y la situación de bonanza económica
de la segunda legislatura, unos y otros –PP y PSOE- se las veían mejor que
Cánovas y Sagasta, ya que tenían los “MiniEstados” para aguantar fuera del
gobierno.
Por aquel entonces, PP y PSOE
ponían en marcha toda su maquinaria, el dinero entraba a espuertas –también en
los sindicatos, no lo olvidemos-, legal o quizá –los jueces nos dirán-
ilegalmente, y se hacían más y más grandes; tanto, que suplantaron totalmente
la voluntad no sólo de sus votantes, sino de sus propios afiliados que dejaban
en manos de unos pocos, la organización e “ideario” –si es que se puede hablar
de ideales- de sus partidos.
A la par también entraba dinero
fresco en las administraciones públicas, bien por transferencias del Estado,
bien por la “venta” del suelo bajo nuestros pies. Con éste se comenzó a
alimentar a los hijos de los Partidos, que cada vez tenían más hambre y se
hacían más grandes. Así se ha gestado toda una Administración Paralela:
Organismos Autónomos, Empresas Públicas, Fundaciones, etc.. PP y PSOE se
convirtieron en grandes familias, de la que cuidaban gracias a este establishment
construido.
Durante todo este tiempo, todos
los ciudadanos hemos estado asistiendo a un espectáculo lamentable del que
éramos partícipes por consentimiento, ya que a nadie se le escapaba el poder de
los partidos políticos y la manera tan particular que tenían de “colocar” a los
suyos.
Sin embargo, nada dura para
siempre, y aunque en época de bonanza, los Ciudadanos aceptamos y representamos
a las mil maravilla el papel de borregos que los partidos nos asignaban, la crisis económica, una crisis de
verdad, de aquellas que sí se escribirán en los libros de Historia y que para
capear necesita de políticos de verdad, de esos que no se apartan de sus
ideales y de sus compromisos, de aquellos que ponen al pueblo por encima de sus
intereses, los que de verdad merecen un hueco en los libros de Historia. En
fín, esa crisis negada hasta el infinito, nos ha devuelto, o nos está devolviendo
a los Ciudadanos el papel de Pueblo vigilante y crítico, que jamás tuvimos que
abandonar.
Pero, ahora, ¡ sí toca !
Fue el Sr. Zapatero quien acuño la
frase: “ahora no toca” ante la insistencia de algunas fuerzas políticas
minoritarias y de muchos ciudadanos críticos sobre una profunda reforma del
Estado. ¡Ahora no toca! –decía, mientras la economía del país se derrumbaba
sobre sus gentes y la miseria se extendía sobre el país como una peste.
Este “ahora no toca”, era la
verbalización de la negativa del “sistema” a moverse del statu quo creado entre los dos grandes partidos políticos, PP y
PSOE, cómodamente anclados en un “Estado de Estados” que les permitía -y aún
les permite- repartirse el poder inmunes
ante cualquier amenaza pues controlan todos los poderes del Estado. Ni a unos ni otros se le pasa por la cabeza cambiar el establishment
construido. Éste es un no rotundo a
modificar la constitución, un no rotundo a modificar la ley electoral dando
poder al pueblo quitándoselo a los partidos, un no rotundo a la reforma del
poder judicial, un no rotundo a enfrentarnos al problema de sobredimensionamiento de las autonomías.
En definitiva, es un No rotundo a perder el poder, el control del país y de sus
propios partidos.
Supongo que tanto PSOE, entonces, como PP, después, pensaban que la tormenta amainaría y
que una vez vuelvan los signos de recuperación, los Ciudadanos volverán a
adoptar el papel de borregos. Pero, se equivocan. Se equivocan, porque el problema ya no es la tormenta, que pasará
cuando tenga que pasar; el problema son
los daños causados por esa tormenta. Son tan graves que difícilmente los
Ciudadanos se recuperaran de este shock. Difícilmente
los Ciudadanos perdonarán el daño tan enorme que políticos tan mediocres vienen
haciéndoles desde hace años. Ya no
pueden confiar en ellos.
La negativa del PP a afrontar este hecho, es su negativa a
tocar el establishment. Pero no pensemos que el PSOE, por su parte,
tiene intenciones distintas. Nada más lejos. Su futuro está condicionado, ahora
mismo, por el futuro de IU. Ellos lo saben, y de ahí, el reciente artículo publicado por el ex
presidente de la Comunidad Autónoma de Extremadura. Su intención: hacer suya la
lucha de la izquierda menos centrada y absorber los votos de IU. Vamos, algo
que domina a la perfección el Sr. Rodríguez Ibarra.
Saben que si esto continúa como
parece continuar, el PSOE lo tiene muy duro para gobernar por sí solos el País.
Si hay que aliarse con IU, se aliarán, pero siempre con la vista puesta en
absorberlos. Sin embargo, creo –es mi humilde opinión- que la situación del
PSOE, esta vez, es mucho más grave de lo que piensan. No se recuperará lo
suficiente e incluso puede ser que IU iguale en votos al PSOE –ya hay encuestas
que así lo dicen-. Si esto sucede, el PSOE quedará a merced de IU, teniendo que
aceptar su modelo de Estado aún más allá de lo que el propio Partido Socialista
está dispuesto en realidad. Hay mucho
Ciudadano en este País que le aterran los modelos de Cháves y Fidel. Yo soy uno
de ellos. El PSOE debería preguntarse si estaría dispuesto a tomar esta deriva
llegado el momento. Aunque parezca imposible, España aún podría ir a peor.
Por ello deberían el PP y el PSOE
aceptar que su establishment ha llegado
a su fin y que por el bien de España, deben iniciar su derribo. A
continuación, sentarse a negociar con el resto de fuerzas políticas y después
implicar al Pueblo en un gran refrendo. España necesita cambiar. Seguramente
girar hacia una República y tal vez Federal; pero hay muchas formas de hacer
esto y lo más importante es hacerlo en consenso.
Si no queremos repetir la Historia, -lo peor de nuestra Historia- ha
llegado el momento de que PP y PSOE se sienten a pensar en las consecuencias
que pueden traerle a España su empeño en no tocar “el sistema”. Este “no
pensarlo”, es un morir matando que destrozará a España.
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Lo de "Hoy no toca" .... no es del sr. zapatero.
ResponderEliminarEsa ... gracieta ... la repetía hasta la saciedad el .... convergente ( ¿ convergente ?)sr. pujol .... presidente de la comunidad autónoma de cataluña .... y ningún periodista le contestaba ..... y así nos ha ido
HOY SI QUE TOCA, LOS ESPAÑOLES NO VAMOS A OLVIDAR NUNCA A DONDE NOS HAN LLEVADO LOS DOS GRANDES PARTIDOS, PP Y PSOE, O SEA A LAS MAS ABSOLUTA RUINA, POR SU FORMA DE GOBERNAR A BASE DE SOLO MIRAR EN SU PROPIO BENEFICIO, HA LLEGADO EL MOMENTO DE NO VOTAR A NINGUN PARTIDO CON EL SISTEMA POLITICO QUE TENEMOS, POR LO TANTO O SE CAMBIA EL SISTEMA O NO VOTAMOS, QUE SE VOTEN ELLOS
ResponderEliminarExcelente análisis de la situación, aunque a mi modesto entender el problema español no está solo en los niveles político y judicial donde la corrupción es clara y patente, sino en todos los niveles sociales. Si bien es cierto que los dos partidos se han repartido la tarta dominando todos los poderes del Estado, a su sombra han crecido personajes que, aunque sean de "tercera división", hoy están dirigiendo todo tipo de asociaciones educativas, sociales, comerciales, empresariales, etc., y siguen el mismo patrón de conducta. Pepes, Juanes y Marías, que imitan fielmente la forma de actuar del poderoso copiando todas sus miserias sin ningún tipo de pudor; hombres y mujeres amorales que se pegan a cargos que ni comprenden ni están capacitados para ocupar; títeres incompetentes y egoístas, carentes de escrúpulos que se aferran a un poder que no merecen, pero que han conseguido porque les viene cómodo a los que manejan los hilos para continuar medrando en el poder.
ResponderEliminarDicho lo anterior, coincido plenamente en que el sistema se está derrumbando y es necesario realizar un cambio total del sistema, pero..., como en el famoso relato "... y el cascabel al gato, ¿quién se lo pondrá?".
Gracias por su excelente artículo que compartiré en todos mis círculos.