martes, 8 de marzo de 2011

¿Qué imagen de España queremos los españoles?

Jesús Cacho
Por su interés, reproducimos en este post uno de los últimos artículos de Jesús cacho, publicado cuando aún era el director del medio en el que fue editado. Desde esta modesta web de La Tercera Ola deseamos que vuelva pronto por sus fueros. Y, a ser posible, mediante un proyecto independiente en el que, de nuevo, se reinvente el periodismo para que sea éste "los cañones de la Libertad" y no, como sucede hoy, que la mayoría de medios no son más que cañones del poder.


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Presentación por todo lo alto en la imponente nueva sede de Telefónica en las Tablas, en el llamado "Distrito C" de Madrid. Ante los medios, lo más granado del empresariado patrio, 17 presidentes de otras tantas corporaciones, el 35% del PIB español, y más de 1,7 millones de empleos. Andaban los plumillas queriendo sacar petróleo de donde no lo había, porque aquello no pasaba de ser la presentación de un proyecto (“Consejo Empresarial de la Competitividad” se llama el nuevo think tank o nuevo lobby, como ustedes quieran) cargado de buenas intenciones, cuando César Alierta, su presidente, respondió con cierta contundencia a la enésima pregunta sobre más de lo mismo:

-Nuestro nombre es favorecer la competitividad de la economía española y nuestro apellido, restablecer la confianza internacional en España.

-¡Muy bien! -se oyó replicar a un Emilio Botín sentado a su derecha.

La de ayer en la sede de Telefónica muy bien podría ser calificada de foto histórica si el adjetivo no estuviera tan devaluado por el uso y abuso irrestricto del término. Que en un país sin sociedad civil o con una sociedad civil tan débil, tan cuitada, tan medrosa como la nuestra, 17 grandes empresarios se unan y reúnan con el objetivo de mejorar la imagen exterior de España no puede sino ser saludado con alborozo y felicitados sus protagonistas.

Vaya por delante el recordatorio, no por pedestre menos obligado a tenor que lo que luego se dirá, de que la primera y principal obligación del presidente de una sociedad anónima, grande o pequeña, es la de ganar dinero para sus accionistas, creando riqueza, dando empleo y pagando los correspondientes impuestos al fisco. Pero en el mundo de hoy esos deberes en modo alguno pueden quedar constreñidos al ámbito de una cuenta de resultados saneada, sobre todo si el origen de esa sociedad procede por línea materna de un monopolio público y sigue de algún modo operando como tal, o si su volumen de facturación está condicionado o depende lisa y llanamente de la tarifa que fija el Gobierno de turno o de la obra civil que subastan cada año las distintas Administraciones.

Viene ello a cuento de la interdependencia que en cualquier economía desarrollada liga a toda gran empresa con la sociedad en la que opera y a la que vende sus productos o servicios y con el Gobierno y las instituciones del país en el que actúa, y tiene como corolario la existencia de unos compromisos, incluso políticos, unas obligaciones sociales que rebasan con mucho el empeño primigenio de fabricar ese producto o servicio y sacarlo al mercado. En este sentido, el papel del gran empresario español ha sido históricamente el del perfecto autista: no opina, no sabe, no contesta. Su responsabilidad en la grave crisis económica que padecemos está fuera de duda. Todos han sido espectadores silenciosos de lo que se veía venir -de lo que veían venir de lejos sus servicios de estudios-; todos han callado reos del delito del miedo que sigue atenazando a los españoles a la hora de hablar alto y claro, y denunciar o proponer y alentar medidas correctoras como haría, como hace, cualquier gran empresario en cualquier economía occidental desarrollada


La responsabilidad de los grandes empresarios en la crisis

Ahora, metidos hasta las cachas en el cuarto año de la crisis económica -que es también social y política, como se ha dicho hasta la saciedad en estas páginas- más grave conocida por España en muchas décadas, que ha dejado ya en la cuneta a cinco millones de parados, nuestros grandes empresarios han decidido al fin echar su cuarto a espadas y juntarse para proponer ideas y avanzar soluciones a lo “suyo”, cierto, pero que ineludiblemente serán también rspuestas a lo “nuestro”, a lo de “todos”, al bienestar común, si resultaran acertadas y fueran bien encaminadas. Bienvenidos sean a la inaplazable tarea de arrimar el hombro. Felicitaciones. Mejor tarde que nunca.

No nos vamos a detener aquí en describir los desastrosos efectos que para España y su imagen internacional han tenido estos ya casi siete años de Gobierno socialista. Nunca uno solo individuo causó tanto daño. Nunca tan pocos destruyeron tanto. Pero, ¿en qué consiste la imagen de marca de un país? ¿Qué serie de circunstancias, valores y realidades permiten a sus empresas caminar por el mundo con la cabeza alta, vendiendo su mercancía mejor que la del país vecino o pudiendo colocar sus emisiones de deuda a mejor precio que el de al lado?

Esa imagen depende de la capacidad intelectual y de gestión de su Gobierno, y del prestigio que sea capaz de “exportar” sobre la base de una serie de variables que incluyen una administración de Justicia rápida y fiable, una seguridad jurídica a prueba de bomba, un sistema educativo envidiable, una mano de obra cualificada y empeñada en el trabajo bien hecho, unas Administraciones que funcionan como un reloj dentro de un mercado único, con especial rechazo al secular “vuelva usted mañana”, unas leyes que se cumplen, una universidad que investiga, unos medios de comunicación independientes, unos partidos políticos realmente democráticos y empeñados en la lucha contra la corrupción, y una política exterior digna de país maduro y solvente, occidental, alejado de los cantos de sirena del populismo payaso o del estrafalario dictador tercermundista. Eso, y algunas cosas más que quedan en el tintero, constituye la argamasa con la que se construye el prestigio de un país. Una “fama” que tarda décadas en levantarse y que puede echarse a perder en un año. O en un rato.

Mejorar la calidad de vida democrática de los ciudadanos

Viene el rosario anterior a cuenta de una evidencia insoslayable, por más que pueda resultar inquietante para los “17 hombres sin piedad” que ayer posaron para las cámaras en la sede de Telefónica: y es que para mejorar la confianza internacional en España no basta con exhibir o apelar al prestigio personal de los ayer reunidos o a la calidad de la marca respectiva, o a la suma de prestigios y marcas. Si los grandes empresarios quieren de verdad contribuir a elevar la imagen de marca de España y a mejorar la calidad de vida democrática de sus ciudadanos, que de eso se trata -otra cosa es que tras la bella fachada no haya más intención que hacer lobby a palo seco, que también pudiera ser-, tendrán que tocar todas las teclas, bailar todos los sones, cantar todos los palos, es decir, tendrán que arremangarse y chapotear en el barro de las insuficiencias, las miserias y las incompetencias que hoy atenazan a este desolado país nuestro.

No se trata de suplantar a los partidos políticos. Se trata de forzar a los políticos a caminar por la senda de la regeneración que tantos españoles están reclamando desde hace años. Sé que hablamos de palabras mayores, de ideas que muchos de los afectados rechazarán de plano. Carentes de liderazgos políticos con la fuerza suficiente para encandilar a la sociedad española y ponerle a andar, pocos colectivos como el empresarial están dotados de mejores argumentos para intentarlo. Es cierto, como dice Tocqueville en La Democracia en America, que "el espíritu humano se desarrolla por los esfuerzos combinados de todos los hombres y no por el poderoso impulso de unos pocos", pero convengamos en que la relevancia de los 17 aludidos podría operar como una formidable palanca capaz de levantar el sueño de una España mejor, más abierta, más rica, más libre, más competitiva, mas radicalmente reñida con la corrupción. Más enemiga del miedo. Porque, en esa hipotética, anhelada España, a los españoles les iría mucho mejor y a las cuentas de resultados de sus empresarios también.


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12 comentarios:

  1. Me conformaría (que no es poco) con una imágen (real, desde luego) de dignidad, honradez y seriedad, cosa nada fácil conociendo la retrógrada mentalidad de muchísimos españoles (fútbol, fiestas y telebasura; sus principales objetivos y por los que sí que son capaces de participar y sacrificarse sin pensárselo un momento)

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  2. Queridos amigos:

    Felicito a La Tercera Ola, por traer este estupendo artículo, que sintetiza muchas de las cosas, aquí reclamadas, por los articulistas que realizan una gran labor.

    Estoy de acuerdo con todo lo que el Sr. Cacho expone, que es una reivindicación de la mayoría de la sociedad civil española.

    Estoy de acuerdo en que nunca tan pocos hicieron tanto daño, ahí tenemos a los 5 millones de parados, de los que ya ni se acuerdan, y que tratarán de utilizar en las elécciones, para quitarles lo único que les queda ya, el voto.

    Ahí tenemos a miles de ciudadanos expulsados de sus hogares por los bancos.

    Todo eso los actuales políticos, del signo que sean, no lo pueden vender como un triunfo de cara a las elecciones. Es un fracaso SU FRACASO, y debemos castigarles negándoles lo que nos piden: El voto.

    Suerte D. Jesús.

    +D +D +D +D +D

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  3. Saludos, los grandes empresarios españoles están más allá del bien o del mal de los ciudadanos, siguen su propio rumbo, marcado por los beneficios, cuando muchos de ellos han sido los grandes culpables, o si no, el Sr. Botín, que tan efusivamente según el artículo dijo '¡Muy Bien!', recapitalice el banco y de salida al stock inmobiliario, o que dé créditos a las PYMES, que han caído y siguen cayendo como moscas por el corte de las líneas de crédito, no nos engañemos, esta crisis es POR SU CULPA, no por culpa de Botín (es uno más), sino por culpa del sector más improductivo que existe, LA BANCA, que en la época de bonanza nos hizo creer que cualquier cosa era posible, y que se podía comprar sin dinero, al comenzar la crisis tomó dinero de nuestros impuestos para mantenerse a flote, pero sin revertirnos, es más, estrangulando a los ciudadanos, y ahora claman que quieren que trabajemos más, por menos (ver últimos comentarios de Pte. del Banco de España), estos son los grandes culpables, los que mueven los hilos por detrás del telón donde los políticos hacen su función de tragedia.

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  4. La imagen que quieren los españoles de España es la misma imagen que pretende dar el gobierno de: la España de Zapatero, y si no, el tiempo lo dirá.

    Si creéis que no es así, decidme: ¿quien le ha votado a Zapatero por segunda vez?

    Cuando este señor destruya nuestro país, le retiraremos el voto temporalmente al PSOE, para volver a dárselo posteriormente a alguien mucho peor, aunque esto nos parezca imposible.

    Ya pasó con Felipe González, le votamos varias veces hasta que nos llevo al borde del abismo, una vez arruinados le retiramos el voto temporalmente, para dárselo a alguien peor (Zapatero), Felipe, nos llevó al borde del abismo, pero Zapatero nos metió de cabeza dentro de el.

    La historia se repite y se volverá a repetir, nos preocupamos de la memoria histórica y nos olvidamos de la memoria real y reciente.

    Somos masoquistas y lo seguiremos siendo, nos gusta que nos maltraten, que nos mientan, que insulten a nuestra inteligencia, que nos humillen, que nos prohíban y que se burlen en nuestra propia cara gente insignificante como la que nos gobierna.

    Y en cambio, no somos capaces de hacer nada al respecto, lo único que sabemos hacer es obedecer como corderos y quejarnos como plañideras.

    ¿Se puede caer mas bajo?

    Yo pensaba que no, pero estoy convencido de que si.

    Si alguien hace 8 años nos hubiera predicho lo que está sucediendo ahora, le hubiéramos tachado de loco, diciéndole que esto nunca lo hubieran permitido los españoles.

    Pues como yo no quiero que me tachéis de loco, no me aventuro a deciros lo que creo que sucederá dentro de 8 años.

    Pero si queréis averiguarlo, estudiad a Calígula, a Nerón y a Cómodo.

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  5. Los únicos que defienden las siglas +D +D +D +D +D son los partidos políticos.

    +Dinero +Dinero +Dinero +Dinero +Dinero +Dinero +Dinero

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  6. Zapatero: "Pido a Rajoy que hable con Dios y nos diga qué hay que hacer"

    http://www.libertaddigital.com/nacional/yo-le-pido-a-rajoy-que-hable-con-dios-y-nos-diga-que-ha-que-hacer-1276416495/


    Consenso Celestial del Solar System dijo el día 8 de Marzo de 2011 a las 15:11:28:
    Aviso patrocinado por la Revolución Mundial Terrestre.

    -Se precisan patriotas delegados de gentes para el inmediato directorio político español.
    Interesados se presenten en la plaza de la Villa a la hora convenida cuando el grueso del público asista con el máximo fervor.
    Vale cualquier profesión y juramento.
    Sueldo nacional de ciudadano decente y eficaz.
    Tarea oficial bajo voto imperativo popular.
    Vacaciones pagadas por el estado español.
    Plus de reconocimiento social eterno.
    Información mirando por la ventana.
    (Absténganse gallinas cluecas, loros cotorras, periodistas basureros, comentaristas de adorno, llorones sin estilo y locutores mendicantes.)

    (Centro de Reclutamiento Ciudadano de Nueva York, Londres, Paris, Madrid, Roma y Norte de África)

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  7. Estos prebostes que se reunen, dicen, para relanzar la marca ESPAÑA, ES TODO UNA PARAFERNALIA, la prueba mas evidente es que sus empresas no han hecho nada por los españoles,ahi tenemos al SR. ALIERTA que se ha quitado del medio a mas de 50000 trabajadores de una empresa que tiene beneficios por un tubo y no crea ningun puesto de trabajo estable, todos son contratos basura. Los demás son iguales o peores
    Tndrian que reunirse para ver como dan trabajo a tanto español que hay preparado y joven, pero eso no les importante,ellos estan con los bolsillos llenos que han tenido que ponerles refuerzos......

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  8. El magnífico análisis de Jesús Cacho podrá ser leído en cualquier momento y nunca perderá vigencia.

    Gracias por reproducirlo aquí.

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  9. +D
    Todo muy bien, pero... conclusiones/soluciones? ¡NINGUNA! Esto es lo más triste.
    Podredumbre por doquier y sin ninguna esperanza de poder poner fin a estos bándalos, o sea TODOS los políticos, afines y vendidos al sistema.
    +D sin tomar medidas, de nada nos servirá.
    Medidas? ¿cuáles? ¿cuándo? ¿dónde? ¿cómo? ¿con quien o quienes? Como dijo alguien por ahí, con fútbol, botellón y telebasura nuestros jóvenes (y no tan jóvenes) están más que relajados, pues al fin y al cabo... ahí estan MAMÁ Y PAPÁ, y pa ké mahhh?.

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  10. Repito el mismo comentario que hice en su día al artículo reproducido: ocupémonos más de tener un país con SUSTANCIA y su imagen será fiel reflejo de su realidad...

    Luchemos contra el engaño de una APARIENCIA que solo muestra el engaño de la descomposición...

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  11. Si Zapatero pretendiera acabar su legislatura en Egipto o Tunez, estoy completamente seguro de que no se lo permitirían, en España lo permitimos todo, Somos más civilizados, pero también somos más cobardes.

    Tened en cuenta, que el retroceso que ha tenido España en estos últimos años, es infinitamente mayor que el retroceso de estos países, ya que Egipto y Tunez, aun estando mal, apenas han sufrido retroceso.

    Así que: Zapatero, tienes suerte de parasitar un país civilizado, mira lo que le está pasando a tu amigo Gadafi.

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  12. Hay que ser más positivos y ver las cosas buenas de este año 2011, porque aunque no lo creáis este año va a tener cosas buenas.

    Una de las mejores cosas que va a tener este año 2011 es que gracias a Zapatero, va a ser muchísimo mejor que el 2012.

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